Helena Rojo: mi musa inspiradora
Cristina Jarque
En 1977 se estrenó en mi México natal la telenovela mexicana "La venganza" de Valentín Pimstein, con Helena Rojo y Enrique Lizalde. Recuerdo que fue un gran éxito, y que todas las mujeres de todas las edades nos sentábamos por las tardes a mirar la magnífica interpretación de una joven Helena Rojo que bordaba el papel de una manera extraordinaria. Recuerdo también que un compañero de estudios me dijo que si me gustaba tanto ese tema, tenía que leer "El Conde de Montecristo" un clásico de Alejandro Dumas, porque según él, cito textualmente: "todas las historias de venganza se comprenden mejor al profundizar en el alma de Edmond Dantés". Compré el libro y lo devoré en unos cuantos días. Efectivamente, en mi caso, aquella lectura me permitió ver con nuevos ojos la profundidad del alma de María, la joven que interpretaba Helena Rojo y cuyo único deseo era vengarse de la traición y la humillación de la familia Narváez. Hay dos escenas que se me han quedado en la memoria, una de la novela de Dumas y la otra de la telenovela de Pimstein: La primera es el momento previo a suicidarse (se mete una bala en la cabeza) cuando Fernand le dice a Edmond: "No puedo soportar vivir en un mundo donde tú lo tengas todo y yo no tenga nada". La segunda es cuando la terrible y malvada Carmen obliga a María a recoger una pulsera del lodo con los dientes, para luego acusarla de ladrona. Acto seguido manda quemar la choza donde vive Don Maximiliano, el abuelo de María, quien muere quemado. María es una especie de "Conde de Montecristo pero en mujer". Se va a la capital y regresa convertida en Alejandra, una mujer poderosa y rica. Hay un momento donde tiene en sus manos a Carmen y repite la escena de humillación: Carmen necesita un pagaré y Alejandra le dice que se lo dará siempre y cuando lo recoja del lodo con los dientes. La historia del Conde de Montecristo ha sido llevada a la pantalla una y otra vez, con diferentes historias y diferentes personajes. Se hizo película y también serie de televisión Con Gérard Depardieu. Actualmente hay otra serie con William Levy, actuando de un Conde de Montecristo del siglo XXI. Seguramente se seguirán haciendo historias alrededor de la maravillosa novela de Dumas, pero para mí, la María-Alejandra de "La venganza" interpretada por la maravillosa Helena Rojo será siempre mi musa inspiradora. ¿Por qué? Es simple: Porque en aquellos años, los setenta, cuando en México se vivía en torno al patriarcado y no existía todavía el movimiento feminista moderno, Helena Rojo (cuyo verdadero nombre es Helena Lamadrid) con su personaje de "La venganza" me permitió soñar con la posibilidad de tener la valentía de hacer lo mismo que ella: meter mi vida entera en una maleta y empezar de cero en otro país. Lejos, lejos, ¡muy lejos!, de la tiranía, tanto del patriarcado familiar, como de la sociedad mexicana que me tocó vivir en mis años mozos. Querida Helena Lamadrid, dejaste un legado que cambió completamente mi vida. En LaTE, en la Newsletter de marzo, mes de la mujer, será un honor para mí, dedicarte un merecido homenaje. Te llevaré siempre en mi corazón. Recibe mi eterno agradecimiento y reconocimiento.
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