LaTE - Próximo evento 26 septiembre. Muestra individual de Pedro Jarque en Sovicille, (Siena Italia).


 



El aclamado fotógrafo Pedro Jarque, reconocido por su excepcional habilidad para capturar la esencia del reino animal, presenta una muestra individual que adornará los muros de la encantadora ciudad de Sovicille, en Siena, Italia. En esta exposición, los visitantes podrán disfrutar de su impresionante trabajo, donde cada imagen revela la majestuosidad, vulnerabilidad y belleza de las criaturas que retrata. Con su enfoque artístico y su profunda conexión con la naturaleza, las fotografías de Jarque transforman el espacio en una experiencia visual conmovedora y reflexiva, convirtiendo a Sovicille en un destino cultural imperdible.

LaTE - CoCrear-EnsoñArte. ES HOY (18-IX). Clase "Promesas de una lógica". Interviene Susana Alcalá.

 LaTE - CoCrear-EnsoñArte. ES HOY (18-IX). Clase "Promesas de una lógica". Interviene Susana Alcalá.
“En la clase "Promesas de una lógica" del Seminario 14 (La lógica del fantasma) Lacan aborda la articulación entre el deseo y el objeto, en el contexto del fantasma, estructura clave en la experiencia del sujeto. Lacan intenta dar forma lógica a lo que se escapa al sentido pleno en el campo inconsciente, planteando que el fantasma es un mediador del deseo. El fantasma se organiza alrededor de un objeto que falta, que Lacan designa como el "objeto a", una causa de deseo que el sujeto nunca puede alcanzar plenamente. El psicoanalista cuestiona cómo se articula este objeto con las leyes de la lógica, explorando nociones como el vacío y la falta. Habla del estatuto del Otro en relación con el fantasma, insistiendo en que el fantasma no puede entenderse fuera del campo del Otro, ya que el deseo del sujeto está siempre estructurado por el deseo del Otro. Lacan intenta formalizar una lógica del fantasma que explique cómo se organiza el espacio entre
el deseo y las pulsiones”.
Cristina Jarque.

 


 




LaTE - Monólogos. Debut con nuevos personajes el sábado 21 septiembre 12H en Madrid.



Los Monólogos Femeninos de Lapsus de Toledo (LaTE) son una actividad creada por la Dra. Cristina Jarque a partir de un grupo de trabajo sobre psicoanálisis en Toledo, España. Han dedicado los últimos 14 años a levantar la voz contra la violencia en todas sus manifestaciones, convirtiéndose en un espacio de reflexión, denuncia y transformación. Este proyecto busca explorar, desde una perspectiva psicoanalítica, los orígenes de la crueldad en la mente humana y las formas en que se manifiesta en la sociedad. A través de monólogos inéditos, las mujeres que participan dan vida a profundas reflexiones que abordan temas como la violencia, el abuso de poder, la opresión social y las heridas invisibles que estos actos dejan en el alma. Se han presentado en varias ciudades de España, Perú, México, Francia y también por vía online. Han sido muy bien acogidos, gracias a la Mtra. Estrella Romeralo en colegios e institutos como el Juanelo Turriano. Cada año, se elige a un personaje, ya sea de la literatura o de la vida real, como vehículo para contar historias de violencia y resistencia. A través de estos personajes, las monologuistas logran transmitir con intensidad y sensibilidad la experiencia de quienes han sufrido algún tipo de violencia, ya sea física, emocional, psicológica o estructural. Al narrar las vivencias desde la perspectiva de estos personajes, se busca no solo visibilizar las injusticias, sino también comprender los mecanismos psicológicos que subyacen a la crueldad y el sufrimiento humano.

El objetivo de los Monólogos Femeninos no es solo narrar el dolor, sino invitar a la audiencia a reflexionar profundamente sobre el origen de la violencia en nuestra sociedad y las maneras en que esta se perpetúa, tanto de forma explícita como sutil. Desde la óptica del psicoanálisis, se analiza el impacto de las experiencias violentas en la psiquis humana, tanto en las víctimas como en los perpetradores, con el fin de entender mejor cómo romper con estos ciclos destructivos.

Además, este proyecto busca crear una plataforma para que las voces de las mujeres, a menudo silenciadas, puedan resonar con fuerza. Al hablar desde personajes históricos o literarios, las monologuistas no solo honran la memoria de quienes han sufrido, sino que también iluminan las conexiones entre las violencias pasadas y las que aún se viven hoy en día. En un espacio íntimo y cargado de simbolismo, los monólogos invitan a la introspección y al cuestionamiento de nuestras propias acciones, pensamientos y creencias en relación con la violencia.

Así, los Monólogos Femeninos de Lapsus de Toledo no solo buscan visibilizar la crueldad inherente a la violencia, sino también fomentar un cambio de conciencia. La meta final es contribuir a una sociedad más justa y empática, donde la violencia deje de ser normalizada y se dé paso a una cultura de paz, comprensión y respeto mutuo. Este proyecto, ha evolucionado y crecido a lo largo de estos 14 años, convirtiéndose en una herramienta poderosa para la transformación social y personal.

El consentimiento de la madre estrago. (Cristina Jarque en Japón).

 

 El consentimiento de la madre estrago.
Reflexiones sobre "El Consentimiento" (película 2023).
(Otro fragmento de la conferencia que se impartirá en Japón, a finales de octubre y principios de noviembre).
Dra. Cristina Jarque.
La película "Le Consentement" está basada en la novela escrita por Vanessa Springora (2020). La novela narra el abuso psíquico y sexual que Vanessa sufrió cuando tenía 13 años, presa de un depredador de 50 años llamado Gabriel Matzneff. Ella describe con detalle la trágica experiencia, la llama una primera traición porque la niña se enamora profundamente de Gabriel (que era una figura paterna) y cuando se da cuenta de que ella es una más, en la lista de amantes de este hombre, cae en una profunda melancolía. Habla también de manera desgarradora que sobrecoge, de una segunda traición: la de su madre. Dice que la relación con su madre queda profundamente fracturada y describe cómo la pasividad de su madre y su incapacidad para actuar la dejaron en una situación de extrema vulnerabilidad, sin las herramientas emocionales necesarias para resistir la manipulación de Matzneff. Este abandono emocional es una de las características más dolorosas de la figura de la madre estrago, quien, por razones complejas y a menudo no del todo conscientes, no logra cumplir con su papel fundamental de protección y cuidado. Es una historia que nos deja sin palabras: ¿Cómo es posible que una niña de trece años caiga en manos de un depredador y nadie haga nada? Gabriel Matzneff es un hombre francés, de origen ruso. Un escritor muy admirado y reconocido en el París de 1985 (es entrevistado por Bernard Pivot en su reconocido programa, además gana muchos premios por sus novelas, es amigo de políticos e intelectuales de su tiempo). En esa época, Gabriel tenía cincuenta años y se dedicaba a seducir y manipular niños vírgenes (de ambos géneros) que estaban entrando en la adolescencia (entre 12 y 14 años). Elegía a sus víctimas, generalmente personas vulnerables tanto psíquicamente como emocionalmente, con familias rotas, con padres ausentes que habían abandonado a la familia y con madres emocionalmente inestables. La víctima se convertía en su amante y era iniciada por él, en la vida sexual con la idea falsa del "verdadero amor no comprendido por la sociedad". Vanessa cuenta con crudeza y detalle los encuentros sexuales y el hecho de que "todo mundo lo sabe", incluida la madre, pero "nadie hace nada al repecto". Cuando la relación se termina, Vanessa sufre intensamente, tiene ideas suicidas, entra en un bucle de autodestrucción y de pulsión de muerte. No obstante, es una adolescente fuerte y sobrevive, así que poco a poco va dándose cuenta de lo destructiva y anormal que ha sido esta situación. Finalmente logra ver a Gabriel Matzneff como un depredador. La película ha sido calificada de "intensa", "extrema", "desgarradora". Personalmente, creo que nos da la posibilidad de sumergirnos en un acontecimiento terrible donde podemos observar que la complicidad silenciosa de una madre se convierte en un estrago inimaginable para la hija porque, la madre de Vanessa, se centra en ella misma, y se olvida de su hija. Vanessa encuentra en la escritura lo que ella llama "su revancha". Habla con gran valentía del abuso que sufrió en manos de este hombre, y denuncia la impunidad. Me pregunto: ¿La escritura la salvó? ¿La escritura permitió que ella encontrara cierta justicia inconsciente y que la pulsión de muerte se detuviera? Actualmente Matzneff tiene 88 años y está escondido en un pueblo en Italia. Dos cosas llaman poderosamente la atención:
1) La impunidad. El escritor depredador se movía con total impunidad en los círculos literarios de la época. Se dice incluso que Simone de Beauvoir, Sartre y otros grandes intelectuales participaban de los abusos sexuales a menores y nadie hacía nada.
2) La madre estrago. Uno de los aspectos más dolorosos y complejos de su relato es el papel de la madre, una figura que, lejos de proteger a su hija, permitió que esta relación abusiva se desarrollara. Esta madre es un ejemplo claro de cómo una función materna, por razones emocionales, psicológicas o sociales, es incapaz de apartar a su hija del peligro y llega a consentir, de manera consciente o inconsciente, el daño que le inflige el agresor.
La madre de Vanessa, según se describe en el libro, parecía fascinada por el entorno literario y cultural en el que se movía Gabriel Matzneff. Como muchos en aquel momento, veía al escritor como un intelectual brillante y provocador, alguien que representaba un ideal de libertad y creatividad. Pero, al mismo tiempo, su incapacidad para percibir el riesgo que este hombre representaba para su hija revela profundas fallas emocionales. En lugar de actuar como una barrera protectora frente al abuso, la madre se convierte en una facilitadora, ciega ante el peligro real que acecha a Vanessa.
El concepto de madre estrago que yo vengo investigando y trabajando desde hace muchos años, quedó plasmado en el libro con el mismo nombre que se publicó en España en 2008 y que actualmente cuenta con tres ediciones. En octubre y noviembre de este año, tendré el gran placer de ir a Japón a hablar del tema. Este concepto sugiere una madre que, atrapada en su propio mundo de deseos, traumas o vulnerabilidades, no es capaz de ver las necesidades y el bienestar de su hija. En el caso de la madre de Vanessa, su fascinación por Matzneff y su entorno parece haber nublado su juicio, permitiendo que su hija adolescente fuera capturada por un hombre mucho mayor. El deseo de pertenecer a ese mundo intelectual, de ser parte de una élite cultural, prevaleció sobre el instinto de protección que debería haber guiado sus decisiones. Estamos a todas luces frente a la negación t el consentimiento silencioso de una madre que se centra en ella misma y se olvida del sufrimiento de su hija.
La negación es uno de los elementos más perturbadores de la conducta de la madre de Vanessa, no ve el peligro. En lugar de ver a Matzneff como un depredador, parece haberlo aceptado como una figura prestigiosa que, de alguna manera, “honraba” a su hija con su atención. Este tipo de comportamiento es típico de la madre estrago, quien a menudo no reconoce, o se niega a reconocer, la magnitud del daño al que está exponiendo a su hija.
Para Vanessa, que ya había sido abandonada por el padre biológico, el abandono emocional por parte de su madre no agravó el daño infligido por Matzneff, y también profundizó las cicatrices emocionales que llevaría consigo el resto de su vida. Sufrió el abuso físico y psicológico de un adulto manipulador y experimentó una segunda traición: la de su propia madre, la persona que debía haber estado allí para protegerla y apoyarla. Este tipo de traición deja una marca indeleble en las víctimas, que a menudo se sienten doblemente vulnerables, atrapadas no solo por su agresor, sino también por la ausencia de quien debería haberlas defendido.

Mother's consent ravaged.
Reflections on "The Consent" (2023 film).
(Another excerpt from the conference to be held in Japan in late October and early November).
Dr. Cristina Jarque.
The film "Le Consentement" is based on the novel written by Vanessa Springora (2020). The novel chronicles the psychological and sexual abuse Vanessa suffered when she was 13 years old, prey to a 50-year-old predator named Gabriel Matzneff. She describes the tragic experience in detail, calling it a first betrayal because the girl falls deeply in love with Gabriel (who was a father figure) and when she realizes that she is one more, on this man's list of lovers, she falls into a deep melancholy. He also speaks in a heartbreaking way that overwhelms, of a second betrayal: that of his mother. She says her relationship with her mother is deeply fractured and describes how her mother's passivity and inability to act left her in a situation of extreme vulnerability, without the emotional tools needed to resist Matzneff's manipulation. This emotional abandonment is one of the most painful characteristics of the figure of the mother havoc, who, for complex and often not entirely conscious reasons, fails to fulfill her fundamental role of protection and care. It is a story that leaves us speechless: How is it possible for a 13-year-old girl to fall into the hands of a predator and no one to do anything? Gabriel Matzneff is a French man of Russian origin. A highly admired and recognized writer at the Paris of 1985 (he is interviewed by Bernard Pivot in his renowned program, he also wins many awards for his novels, he is friends with politicians and intellectuals of his time). At the time, Gabriel was in his fifties and engaged in seducing and manipulating virgin children (of both genders) who were entering adolescence (between 12 and 14 years). It chose its victims, usually mentally and emotionally vulnerable people, with broken families, with absent parents who had abandoned the family, and with emotionally unstable mothers. The victim became his lover and was initiated by him, into sex life with the false idea of "true love not understood by society". Vanessa recounts in stark detail the sexual encounters and the fact that "everyone knows," including the mother, but "nobody does anything about it." When the relationship ends, Vanessa suffers intensely, has suicidal ideas, enters a loop of self-destruction and death drive. However, she is a strong teenager and survives, so little by little she realizes how destructive and abnormal this situation has been. He eventually manages to see Gabriel Matzneff as a predator. The film has been called "intense", "extreme", "heartbreaking". Personally, I think it gives us the possibility of immersing ourselves in a terrible event where we can observe that the silent complicity of a mother becomes an unimaginable havoc for the daughter because, Vanessa's mother, focuses on herself, and forgets her daughter. Vanessa finds in the writing what she calls "her revenge". He speaks bravely about the abuse he suffered at the hands of this man, and denounces impunity. I wonder: Did writing save her? Did the writing allow her to find some unconscious justice and the death drive to stop? Matzneff is currently 88 years old and hiding in a village in Italy. Two things stand out powerfully:
1) Impunity. The predatory writer moved with total impunity in the literary circles of the time. Simone de Beauvoir, Sartre, and other leading intellectuals are even said to have been involved in child sexual abuse, and no one was doing anything.
2) Mother ravaged. One of the most painful and complex aspects of her story is the role of the mother, a figure who, far from protecting her daughter, allowed this abusive relationship to develop. This mother is a clear example of how a maternal function, for emotional, psychological or social reasons, is unable to take her daughter away from danger and comes to consent, consciously or unconsciously, to the damage inflicted by the aggressor.
Vanessa's mother, as described in the book, seemed fascinated by the literary and cultural environment in which Gabriel Matzneff moved. Like many at the time, he saw the writer as a brilliant and provocative intellectual, someone who represented an ideal of freedom and creativity. But, at the same time, his inability to perceive the risk this man posed to his daughter reveals profound emotional failings. Instead of acting as a protective barrier against abuse, the mother becomes a facilitator, blind to the real danger that stalks Vanessa.
The concept of mother havoc that I have been researching and working for many years, was embodied in the book with the same name that was published in Spain in 2008 and that currently has three editions. In October and November of this year, I will have the great pleasure of going to Japan to talk about it. This concept suggests a mother who, trapped in her own world of desires, traumas or vulnerabilities, is unable to see her daughter's needs and well-being. In the case of Vanessa's mother, her fascination with Matzneff and her surroundings seems to have clouded her judgment, allowing her teenage daughter to be captured by a much older man. The desire to belong to that intellectual world, to be part of a cultural elite, prevailed over the protective instinct that should have guided their decisions. We are clearly faced with the denial and silent consent of a mother who focuses on herself and forgets her daughter's suffering.
Denial is one of the most disturbing elements of Vanessa's mother's behavior, she doesn't see the danger. Instead of viewing Matzneff as a predator, he seems to have accepted him as a prestigious figure who somehow “honored” his daughter with his attention. This type of behavior is typical of the mother havoc, who often does not recognize, or refuses to recognize, the extent of the harm to which she is exposing her daughter.
For Vanessa, who had already been abandoned by the biological father, emotional abandonment by her mother did not aggravate the damage inflicted by Matzneff, and also deepened the emotional scars she would carry with her for the rest of her life. She suffered physical and psychological abuse from a manipulative adult and experienced a second betrayal: that of her own mother, the person who should have been there to protect and support her. This type of betrayal leaves an indelible mark on victims, who often feel doubly vulnerable, trapped not only by their aggressor, but also by the absence of who should have defended them. 

 


 

Amae: El poder de la dependencia en la madre japonesa. Conferencia que se impartirá en octubre y noviembre en Japón por Cristina Jarque.

Amae: El poder de la dependencia en la madre japonesa
Cristina Jarque

Fragmento de la conferencia:
Lacan realizó dos viajes a Japón, el primero en 1963 y el segundo en 1971. En su conferencia en Tokio en 1963, Lacan comentó lo siguiente:
"En cuanto a mí, no creo ser escuchado por ustedes, y lo que se ha dicho sobre el tema es solo un modo de sentir que, a pesar de mi esfuerzo por llegar hasta allí, no creo que haya un oído para escucharme."
En esta cita, Lacan expresa su preocupación de que sus ideas no fueran completamente comprendidas o apreciadas por la audiencia japonesa. Lacan destacó que el uso del lenguaje en Japón está imbuido de una sensibilidad a los matices y jerarquías sociales, algo del orden de lo colectivo, lo que influye en cómo se perciben y se interpretan las palabras. Este enfoque contrasta con la visión subjetiva del lenguaje en la cultura occidental, donde el discurso se centra más en la expresión propia. El inconsciente en Japón opera dentro de un marco cultural y social que enfatiza la armonía, la dependencia emocional y la expresión indirecta. Estas características culturales influyen en cómo se manifiestan los deseos y conflictos inconscientes, creando una experiencia psíquica que puede diferir de la de las culturas occidentales. No obstante, Japón vive actualmente una etapa de modernización y de globalización. Estos cambios están influyendo en cómo se conceptualiza y se experimenta el inconsciente en la sociedad japonesa. En muchas familias japonesas actuales, la sexualidad femenina suele estar ligada a expectativas de pureza y modestia, con una fuerte valoración de la virginidad antes del matrimonio. La promiscuidad de una hija puede generar desaprobación y vergüenza tanto para ella como para su familia, ya que el comportamiento sexual que se desvía de las normas tradicionales puede considerarse una amenaza al honor familiar. Las mujeres, en este contexto, son frecuentemente objeto de expectativas sociales que controlan su conducta sexual, y la presión por mantener una imagen de "pureza" puede ser abrumadora. La culpa por el comportamiento sexual, especialmente cuando se sale de estas normas, es algo que muchos japoneses experimentan, ya que la sociedad enfatiza la conformidad y la armonía social. Esta culpa no solo está dirigida hacia la persona que se desvía, sino también hacia la familia, que puede sentir vergüenza colectiva. Sin embargo, con el tiempo, las actitudes han comenzado a cambiar, especialmente en las áreas urbanas, donde hay una mayor apertura hacia la libertad sexual femenina, aunque los estigmas todavía persisten en muchos sectores.
El psicoanalista japonés Takeo Doi desarrolló el concepto de "amae" en su influyente obra "The Anatomy of Dependence" (1971), donde propuso una teoría única sobre las relaciones interpersonales y la psicología en Japón. La palabra "amae" proviene del verbo japonés "amaeru", que se refiere a la actitud de depender afectivamente de otra persona con la expectativa de que esa dependencia sea aceptada o tolerada. "Amae" describe la necesidad de ser amado y cuidado de forma indulgente, algo que comienza desde la infancia y tiene repercusiones en la vida adulta. Takeo Doi comenta que esta dependencia es, principalmente en el vínculo con la madre. Una madre japonesa, al adherirse a las expectativas culturales de alta protección y control, puede causar importantes estragos en sus hijos. La sobreprotección puede limitar la autonomía y el desarrollo de habilidades de afrontamiento, impidiendo que los niños aprendan a manejar desafíos por sí mismos. Las altas expectativas y la presión por cumplir con los estándares familiares y sociales pueden generar ansiedad y estrés en los hijos. Además, la tendencia a suprimir la expresión individual en favor de la conformidad puede afectar la autoestima y la identidad personal de los niños. Finalmente, el énfasis en el "amae" (dependencia emocional) puede llevar a adultos que luchan por desarrollar independencia y relaciones saludables. En términos generales (a nivel cultural) los japoneses actuales intentan liberarse del yugo de madres que evitan la comunicación abierta con los hijos (en temas sexuales, por ejemplo) enfatizando la pureza y la modestia como valores primordiales, lo que acarrea culpabilidad y vergüenza ante el deseo sexual, en ambos géneros. Uno de los problemas más intensos (y que genera culpabilidad extrema) es la demanda que hacen muchas madres japonesas para que los hijos se conformen con las normas impuestas por la sociedad en aras de la armonía. Las expectativas sociales y familiares sobre el comportamiento "apropiado" pueden ser impuestas de manera muy estricta, reforzando la idea de que la sexualidad debe ser reprimida para mantener la reputación y el honor familiar. En algunos casos, una madre japonesa puede causar varios daños en sus hijos al imponer una estricta represión emocional y sexual. La sobreprotección y las altas expectativas pueden limitar la autonomía y la capacidad de enfrentar desafíos, generando ansiedad y baja autoestima. La falta de comunicación abierta sobre temas importantes puede llevar a confusión y sentimientos de culpa. La presión por cumplir con las normas sociales puede inhibir la expresión propia y el desarrollo personal. El énfasis en la conformidad puede afectar la capacidad de los hijos para desarrollar su subjetividad porque hay un énfasis vital en la armonía y la dependencia dentro de la colectividad. Esto impide que pueda surgir el deseo propio. En mi opinión, Japón es uno de los desafíos actuales para el psicoanálisis, entre otras causas, porque con la globalización, la población japonesa empieza a abrirse a nuevas ideas y nuevas posturas ante el lenguaje y ante el deseo.
Otro problema a destacar en la cultura japonesa es que debido a que tienen el mandato de aparentar que todo es armonía, niegan muchos problemas. Es el caso, por ejemplo del machismo y los feminicidios que son temas complejos porque actualmente hay un incremento en la violencia hacia las mujeres, y lo más preocupa es el hecho de que en Japón, debido a la apariencia y el estigma social, no existe apoyo para los sujetos maltratados. Estos son, en mi opinión, algunos de los desafíos que tenemos hoy en día, para reflexionar juntos, entre oriente y occidente, el psicoanálisis en Japón.

 


 

Cristina Jarque en Japón.

 LaTE - El 29 de octubre la Dra. Cristina Jarque, impartirá una conferencia en Japón sobre "La Madre Estrago", un concepto clave en el campo del psicoanálisis que explora la compleja relación entre la madre y el hijo, así como las consecuencias emocionales y psicológicas que surgen de una maternidad que deviene dañina. Su exposición profundizará en cómo este vínculo puede afectar al sujeto y también en cómo se transmite a nivel generacional, proporcionando una mirada crítica y enriquecedora sobre las complejidades del amor materno en su vertiente más oscura. La conferencia promete ser una valiosa contribución al ámbito psicoanalítico internacional. Su análisis promete ofrecer valiosas reflexiones tanto para profesionales como para el público general.

 


 

Pedro Jarque en Sovicille, Siena, Italia.

 El aclamado fotógrafo Pedro Jarque, reconocido por su excepcional habilidad para capturar la esencia del reino animal, presenta una muestra individual que adornará los muros de la encantadora ciudad de Sovicille, en Siena, Italia. En esta exposición, los visitantes podrán disfrutar de su impresionante trabajo, donde cada imagen revela la majestuosidad, vulnerabilidad y belleza de las criaturas que retrata. Con su enfoque artístico y su profunda conexión con la naturaleza, las fotografías de Jarque transforman el espacio en una experiencia visual conmovedora y reflexiva, convirtiendo a Sovicille en un destino cultural imperdible.

 


 



LaTE. Es HOY (7-IX). Conferencias. Actividad gratuita. Cristina Jarque, Emmanouil Konstantopoulos, Carlos Mayén.



1) Emmanouil Konstantopoulos, "¿El significante para el cuerpo es el órgano de lo simbólico?": La idea es hacer que el cuerpo y el órgano se aproximen al campo epistemológico que constituyen los conceptos psicoanalíticos. El cuerpo como un campo más simbólico pero, también, como "estructura moϊque hacia lo imaginario" y el órgano como "latido necesario" de la instancia de lo real de la salud, lo anímico y, también, de la constitución del "tronco imaginario". El paradigma por excelencia sería la introducción, por parte del propio Lacan, del falo a partir de su estatuto simbólico que lo diferenciaba de su representación imaginaria y evitaba toda confusión entre falo y órgano peneano. Sin embargo, el estatus simbólico del falo no puede darse por sentado.
2) Carlos Mayén, "Tiempo y estructura en la constitución del aparato psíquico": El nacimiento de un niño no es asunto solo de la biología, este supone que, para devenir como sujeto del inconsciente, tiene que atravesar por una serie de procesos constitutivos que tienen como base la interlocución del Otro materno como función en la estructuración del aparato psíquico y corporal del niño. La idea que dirige este recorrido es que el analista que trabaja con niños tiene que estar advertido de los tiempos primordiales del "infans", debido a que esto posibilitará la intervención y dirección de la cura para el sujeto que está por advenir. Hay que tenga presente que la infancia trascurre en un tiempo lógico diferente a la cronología. Esta es una oportunidad de saber en qué momento se quedó el niño atrapado, dando pie a un trastorno primario que sería diferente del síntoma,  debido a que en un primer tiempo, no hay una instauración de la represión primaria como condición del inconsciente, que abre el síntoma como algo del retorno de lo reprimido. Es una escritura cifrada que hace un llamado a ser escuchada, la represión primaria será producto de la instauración de la lógica edípica donde el niño instaura un lazo amoroso con sus figuras de amor y su imposibilidad de llevarse a cabo lo confrontará con la castración
3) Cristina Jarque, "Amores que matan": "El caso Asunta" es un recordatorio perturbador de hasta dónde pueden llegar los seres humanos cuando se sienten atrapados y desesperados. Este caso no es solo la historia de un asesinato, sino una tragedia moderna que nos enfrenta a las oscuras profundidades del alma humana, donde el amor, el odio, la venganza y la desesperación se entrelazan en un acto final de destrucción. La muerte de Asunta ha sido una herida en la conciencia colectiva, un recordatorio de que, a veces, los monstruos no son extraños que acechan en la oscuridad, sino las personas que deberían amarnos más que a nadie. El asesinato de esta niña conmueve porque ella no tuvo elección, pero también nos enseña que, cuando esté en nuestras manos, hay que poner especial cuidado en saber elegir muy bien a las personas a las que les vamos a abrir la puerta de nuestra vida, porque son esas personas, las más cercanas y a las que más amamos, las que si nos traicionan, tienen el poder de asestar un golpe tan intenso, que suele ser mortal.

Cristina Jarque: El caso Asunta (desde la mirada de la guardia civil). Sábado 21 septiembre 12H. Moncloa-Aravaca, Madrid.



Nuevo monólogo de Cristina Jarque.
"El caso Asunta" (desde la mirada de la guardia civil).

Soy la guardia civil que llevó "El caso Asunta". El "Caso Asunta" es uno de los crímenes más escalofriantes que han sacudido a España en la última década. El 21 de septiembre de 2013, el cuerpo de Asunta Basterra, una niña de 12 años, fue encontrado en una cuneta cerca de Teo, en la provincia de La Coruña, Galicia. Lo que en un principio parecía un trágico accidente pronto se reveló como un asesinato brutal, perpetrado por las dos personas que más deberían haberla protegido: sus padres adoptivos, Rosario y Alfonso. Puedo decir que desde el momento en que entré en la casa de los padres, sentí una extraña mezcla de tensión y frialdad. Había algo en el ambiente que no cuadraba, algo que me ponía en alerta. Como guardia civil, había visto de todo, pero el caso de la desaparición de una niña siempre toca una fibra especial. En esos primeros instantes, cuando aún no sabíamos lo que realmente había sucedido, lo que más me impactó fue la aparente calma de Rosario. Estaba tan rara, que me hizo dudar inmediatamente de ella.
Los padres que pierden a sus hijos suelen estar al borde de la desesperación, agitados, sin saber qué hacer ni dónde buscar. Pero Rosario era diferente. Recuerdo que pensé que probablemente se estaba conteniendo, que tal vez esa era su manera de lidiar con la angustia. Sin embargo, a medida que avanzaba la investigación, me parecía cada vez más sospechosa.
Pasaron los días, yo iba analizando nuevas pruebas y también interrogaba a los padres. Algo no me encajaba. Las contradicciones en sus testimonios, los silencios prolongados, las miradas esquivas… todo parecía indicar que ocultaban algo. Pero aún así, la idea de que una madre pudiera asesinar a su propia hija era demasiado brutal para que yo pudiera asumirla o aceptarla. Tenía que haber alguna explicación, alguna circunstancia que yo no entendía. Recuerdo que conforme avanzaba la investigación empecé a obsesionarme con la idea del móvil, en caso de que resultara verdad mi sospecha. No cabía en mi mente la causa que podía tener una madre para cometer un acto así.
Asunta había sido adoptada por Rosario y Alfonso cuando era apenas un bebé en China. Rosario, una abogada de familia acomodada, y Alfonso, un periodista, eran vistos como un matrimonio ejemplar en la sociedad gallega. Sin embargo, detrás de esta fachada de perfección, se ocultaban tensiones, secretos y resentimientos que acabarían en una tragedia.
El matrimonio de Rosario y Alfonso estaba en crisis desde hacía tiempo. Rosario había iniciado una relación extramatrimonial, lo que llevó a su divorcio en 2013. A pesar de la separación, Alfonso nunca dejó de querer a Rosario, y según se supo más tarde, deseaba desesperadamente reconciliarse con ella. Este deseo de reunificación se convertiría en un factor clave en el asesinato de Asunta.
Conforme avanzaba la investigación yo me encontraba cada vez peor. El hecho de que hubiera padres con una esencia perversa, una especie de seres monstruosos que pudieran haber sometido a su hija a una muerte tan lenta y tan dolorosa me producía arcadas. ¡No podía con ello! Empecé a tener síntomas, no paraba de llorar y también de vomitar. ¡Fue una época terrible para mí!
Las pruebas ahora ya eran claras, pero esa claridad no hacía las cosas más soportables. Comprendí lo que significa eso de que la verdad es insoportable y que la claridad, ciega, por cruel, por dolorosa. No podía dormir, tenía pesadillas constantemente pero allí estaban las pruebas irrefutables. Todo apuntaba a ellos, y especialmente a la madre. Recuerdo el momento exacto en que la verdad se hizo ineludible, cuando ya no había espacio para la duda. Estaba revisando una de las pruebas clave, con los resultados del laboratorio frente a mí, cuando sentí un nudo en el estómago. Fue como si una sombra helada me recorriera el cuerpo. Me dije a mí misma: ¡La madre es la asesina! Ese día sentí una mezcla de incredulidad, pero sobre todo de repulsión y también una tristeza profunda. ¿Cómo podía una madre hacer algo así? Asesinar a la niña que había adoptado, que había cuidado, que había visto crecer… El pensamiento me llenaba de horror. Me resultaba casi imposible procesarlo. Estaba furiosa, pero más que nada, me sentía devastada por la traición implícita en ese acto. Nos hacen creer en el amor de una madre, en el instinto de protección hacia un hijo, y esta madre lo había destrozado todo. Ella había roto el lazo más sagrado que existe.
Mi trabajo es ser profesional, mantener la calma y seguir adelante con la investigación, pero no puedo negar que ese día sentí algo más que simple indignación. Sentí un odio visceral hacia esa madre, así que al darme cuenta de este sentimiento, pedí ayuda a una psicoanalista. Supe que tenía que poner mi mente en manos de una profesional para que me ayudara porque este caso me estaba consumiendo, matando literalmente. Empecé a sentir una gran desconfianza en todos los seres humanos y me di cuenta que no era por lo que esa madre le había hecho a la sociedad, sino por lo que le había hecho a su hija, una niña que había confiado en ella y que seguramente la amaba. Pensé en la soledad y el miedo que la niña debió haber sentido en sus últimos momentos, y me rompió el corazón.
Según la investigación, Rosario y Alfonso habrían conspirado para asesinar a Asunta por dos posibles motivos. Uno de ellos es la simple pero horrenda idea de que la niña ya no era deseada. A medida que crecía, Asunta se convirtió en una carga para Rosario, quien probablemente veía en la niña un recordatorio constante de su fracaso matrimonial y personal. En lugar de ser la solución a sus problemas, Asunta era ahora un obstáculo en la nueva vida que Rosario quería construir.
Otro motivo, aún más siniestro, era la posibilidad de que Asunta hubiera descubierto secretos familiares que sus padres no podían permitir que salieran a la luz. Asunta era una niña inteligente y curiosa, y es posible que hubiera presenciado o escuchado cosas que la hacían peligrosa para Rosario y Alfonso. En un acto de desesperación y paranoia, los padres adoptivos podrían haber decidido que la única manera de proteger sus secretos era eliminando a la niña. Cuando me enteré de que Rosario se había echado un amante, tuve la idea de que era muy probable que Rosario ya no amara a Alfonso y que ya no quería ser madre. Alfonso por su parte, quería recuperar a Rosario y por eso le ayudó a matar a la niña.
Posteriormente supimos que el asesinato de Asunta fue premeditado y ejecutado de manera meticulosa, lo que deja claro que fue un crimen fríamente calculado. Se comprobó que Rosario y Alfonso administraron a la niña, durante meses, pequeñas dosis de lorazepam, con el objetivo de debilitarla física y mentalmente. La noche del 21 de septiembre de 2013, esta dosificación alcanzó su punto culminante porque fue una dosis letal que la dejó inconsciente y, en esencia, indefensa. Luego, utilizando una cuerda, la asfixiaron hasta matarla.
Después de asesinarla, llevaron su cuerpo a una zona boscosa en las afueras de Santiago de Compostela y lo dejaron en una cuneta. Intentaron encubrir el crimen reportando su desaparición y fingiendo preocupación por su hija, pero la verdad no tardó en salir a la luz. Las contradicciones en sus declaraciones y las pruebas forenses llevaron rápidamente a su arresto y posterior condena.
Yo tenía una sensación de desesperación por no haberlo visto antes. ¡Eso era lo que decía una y otra vez en mis sesiones de psicoanálisis! ¿Podría haber hecho yo algo diferente? ¿Podría haber salvado a Asunta? Estas preguntas me atormentaban mientras revisábamos una y otra vez cada detalle del caso, buscando entender cómo una madre podía planear y ejecutar un acto tan cruel y despiadado. En mis sesiones de psicoanálisis me daba cuenta de que yo no podía salvar a todo el mundo. Mi trabajo era intentarlo, pero tenía que aceptar que no siempre podría. Finalmente, cuando Rosario fue detenida y condenada, sentí alivio pero también sentí una profunda tristeza. Sabía que la justicia había hecho su trabajo, pero no había consuelo en ello. Asunta estaba muerta, y nada podía cambiar eso. La imagen de Rosario, era contradictoria, a veces estaba impasible y fría, y otras veces lloraba como si ella fuera la víctima. Me di cuenta que detesto los llantos de víctimas así porque mi profesión me ha enseñado que esa función de víctima (en personas como Rosario) encubren una perversidad inimaginable. ¡Es una máscara! Intentan engañarnos con esas lágrimas de cocodrilo. Esa imagen se me quedó grabada en la mente y en el corazón, un recordatorio constante de lo peor que la humanidad puede ofrecer.
El "Caso Asunta" no es algo que pueda olvidar fácilmente. Como guardia civil, he visto muchas cosas, pero ninguna como esta. Me enseñó una lección amarga sobre la fragilidad de los vínculos humanos y sobre el abismo que puede abrirse en el corazón de una persona. Al final del día, no podía dejar de pensar en Asunta, en esa niña que había sido traicionada por quienes deberían haberla amado más que a nadie. Mi único consuelo era que habíamos hecho todo lo posible para que su muerte no quedara impune, aunque en el fondo sabía que eso nunca sería suficiente para mí.
 "El caso Asunta" me hizo pensar en una de las tragedias más antiguas y conocidas de la literatura occidental: la historia de Medea, escrita por Eurípides en el siglo V a.C. Medea es una mujer que asesina a sus propios hijos para vengarse de su esposo, Jasón, que la ha abandonado por otra mujer. Medea representa la encarnación de la furia y el dolor femenino llevado al extremo. Medea, al igual que Rosario, se encuentra atrapada en una situación donde las emociones, los deseos y las traiciones la llevan a cometer un acto inhumano.
Al igual que Medea, Rosario pudo haber visto en Asunta un símbolo de todo lo que había perdido. Medea mata a sus hijos para hacer sufrir a Jasón, sabiendo que es la única manera de infligirle el dolor que ella misma siente. En el caso de Rosario, matar a Asunta pudo haber sido una manera de liberar su propia frustración y rabia acumuladas, un acto de venganza no contra Alfonso, sino contra sí misma y la vida que sentía que se le había escapado de las manos.
La colaboración de Alfonso en el crimen también recuerda el papel de Jasón en la tragedia de Medea. Aunque no es él quien comete el acto, es su egoísmo y su falta de empatía lo que desencadena la catástrofe. Alfonso, desesperado por recuperar a Rosario, fue cómplice del asesinato, cediendo ante la influencia de una mujer que, como Medea, había sido consumida por su propio dolor y resentimiento.
El juicio por el asesinato de Asunta fue uno de los más mediáticos de la historia reciente de España. Las pruebas contra Rosario y Alfonso eran abrumadoras: los registros de compras del medicamento, las inconsistencias en sus declaraciones y las pruebas de ADN en la cuerda utilizada para estrangular a Asunta. Ambos fueron condenados a 18 años de prisión por asesinato con alevosía, aunque mantuvieron su inocencia hasta el final.
El juicio también reveló la complejidad de las motivaciones detrás del crimen. A diferencia de muchos casos de filicidio, donde el asesinato de un hijo puede estar motivado por razones como la enfermedad mental o la desesperación económica, el caso Asunta parecía impulsado por una combinación de desprecio, miedo y, quizás lo más perturbador de todo, la conveniencia. Asunta había dejado de ser útil para sus padres y, en sus mentes distorsionadas, su muerte se convirtió en una solución.
Para mí, este caso se convirtió en un recordatorio perturbador de hasta dónde pueden llegar los seres humanos cuando se sienten atrapados, desesperados o simplemente indiferentes hacia el dolor de los demás. El asesinato de Asunta por sus propios padres es una traición a la naturaleza más básica del vínculo entre padres e hijos, un vínculo que se supone inviolable.
Rosario se convirtió en un símbolo de una madre estrago, una madre destructiva, una mujer que, consumida por sus propios demonios, fue capaz de cometer el acto más cruel e impensable. Y como Jasón, Alfonso Basterra se dejó arrastrar por el deseo y la desesperación, convirtiéndose en cómplice de un crimen que destruyó su vida y la de su hija.
Al final, el "Caso Asunta" no es solo la historia de un asesinato, sino una tragedia moderna que nos enfrenta a las oscuras profundidades del alma humana, donde el amor, el odio, la venganza y la desesperación se entrelazan en un acto final de destrucción. Tardé mucho en recuperarme del dolor que sentí con este caso, pero al final, gracias al psicoanálisis, comprendí que la muerte de Asunta fue una herida en la conciencia colectiva, un recordatorio de que, a veces, los monstruos no son extraños que acechan en la oscuridad, sino las personas que deberían amarnos más que a nadie. Desde entonces, tengo especial cuidado al elegir a las personas a las que dejo entrar en mi vida porque son esas personas, a las que más amamos, las más cercanas, las que, si deciden traicionarte, te pueden asestar un golpe que suele ser mortal. Por eso, Asunta me conmueve porque ella no tuvo elección, pero ella me enseñó que, cuando esté en nuestras manos, hay que poner especial cuidado en saber elegir muy bien a las personas a las que les vamos a abrir la puerta de nuestra vida.

LaTE - Nuevo libro Monólogos Femeninos, volumen 3. Publicado en España el 4 de septiembre de 2024.


 

Dedicatoria especial.

Dedico este libro a mi hija, Ana Jarque.

 

Recuerdo que cuando naciste pude comprender que ambas teníamos que atrevernos a volar lejos de aquel nido tóxico en el que habíamos nacido. Tú fuiste mi inspiración para escribir el libro de "La madre estrago" porque lo que yo más deseaba en aquel momento, era poder ser para ti una madre muy diferente a la mía. Lo que yo deseaba era tener la capacidad de escuchar tu deseo y apoyarte a realizar tus sueños, los tuyos, no los míos. En aquella época empecé a analizarme y comprendí que para mí, era vital que tú crecieras en un ambiente diferente al mío: que allí donde yo fui obligada a hacer aquello que una buena familia mexicana supone que una mujer debe hacer, tú pudieras ser un alma libre. Pronto entendí que no podíamos hacerlo en nuestra tierra, así que emigré. Crucé el océano para que ambas encontráramos un lugar en el mundo.

Han pasado 33 años de nuestra partida. Hemos vivido en París, Barcelona, Lima y Tenerife. Hemos vuelto a México creyendo que iban a readmitirnos, pero no fue así. Estuvimos en CDMX y después en Acapulco pero aquella familia no pudo reconciliarse con dos mujeres que eran espíritus libres. Nos llamaron de todo, rescato aquello de "indomeñables". No era posible entrar al clan porque rompíamos las reglas y los esquemas patriarcales y machistas. Vivimos momentos de intensa violencia, no solamente de los hombres de la familia, sino, lamentable y sorpresivamente, sobre todo, de las mujeres del clan. Tú ya eras adulta, así que pudiste vivir en primera persona lo que yo había sufrido años atrás. Nos desheredaron, no solo económicamente, sino también de todo el legado familiar. Recuerdo cómo nos cogimos de la mano y volvimos a Europa. Han pasado 20 años desde la última vez que nos fuimos de México. Primero fuimos otra vez a Francia y finalmente nos quedamos en Toledo. Aquí, en esta ciudad española empezamos a echar raíces. Dicen que para separarse de los orígenes es necesario volver a ellos para dejarlos definitivamente. Creo que eso es lo que hicimos la última vez que fuimos a México. Tú te convertiste en mi maestra. Tu fuerza y determinación te transformaron en una guerrera valiente. Para mi gran alegría, te tatuaste unas mariposas en la espalda que eran el testimonio de tu transformación. Me enseñaste a enfrentar la traición con la cabeza en alto. Con el tiempo decidiste que tu lugar era Francia. Recuerdo cuando te fuiste con una maleta y un corazón lleno de esperanza, enseñándome cómo se deja atrás todo lo que nos había hecho daño. Hoy, te miro y siento un orgullo inmenso. Me enseñaste a ser un fénix y renacer de mis cenizas. Nuestra historia es un testimonio de que el amor siempre es más grande que el miedo. En este libro he escrito sobre catorce mujeres que han tenido que enfrentarse a situaciones violentas por el solo hecho de haber nacido mujeres. La posición femenina y el goce femenino acarrea mucha agresividad, no solamente a los hombres, sino también a las mismas mujeres. Los sujetos, a nivel inconsciente se preguntan sobre la feminidad y la envidian, por eso surge la agresividad y la violencia. Todas estas mujeres de las que escribo son parte nuestra, hija querida. Pienso que si nosotras seguimos vivas y no hemos terminado en tragedia, como algunas de ellas, es porque tú me enseñaste que el verdadero tesoro es el amor propio y la independencia.

Para ti, mi "Ana Brave" dedico mi escritura en este libro, que habla de mujeres. Mujeres, en posición femenina, como nosotras.


LaTE- Conferencia. Sábado 7 de septiembre 18H de España. Nos vemos el sábado para reflexionar juntos.

AMORES QUE MATAN: "El caso Asunta".
Cristina Jarque
El "Caso Asunta" es uno de los crímenes más escalofriantes que han sacudido a España en la última década. El 21 de septiembre de 2013, el cuerpo de Asunta Basterra, una niña de 12 años, fue encontrado en una cuneta cerca de Teo, en la provincia de La Coruña, Galicia. Lo que en un principio parecía un trágico accidente pronto se reveló como un asesinato brutal, perpetrado por las dos personas que más deberían haberla protegido: sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra. Este caso, que en su esencia trata sobre la traición más profunda, el asesinato de un hijo por sus propios padres, guarda paralelismos oscuros con la tragedia griega de Medea, donde una madre asesina a sus hijos como un acto de venganza contra el hombre que la ha traicionado.
Medea, (escrita por Eurípides en el siglo V a.C.) es una mujer que asesina a sus propios hijos para vengarse de su esposo, Jasón, que la ha abandonado por otra mujer. Representa la encarnación de la furia y el dolor femenino llevado al extremo. Medea, como Rosario Porto, se encuentra atrapada en una situación donde las emociones, los deseos y las traiciones la llevan a cometer un acto inhumano.
Al igual que Medea, Rosario pudo haber visto en Asunta un símbolo de todo lo que había perdido. Medea mata a sus hijos para hacer sufrir a Jasón, sabiendo que es la única manera de infligirle el dolor que ella misma siente. En el caso de Rosario, matar a Asunta pudo haber sido una manera de liberar su propia frustración y rabia acumuladas, un acto de venganza no contra Alfonso, sino contra sí misma y la vida que sentía que se le había escapado de las manos.
La colaboración de Alfonso en el crimen también recuerda el papel de Jasón en la tragedia de Medea. Aunque no es él quien comete el acto, es su egoísmo y su falta de empatía lo que desencadena la catástrofe. Alfonso, desesperado por recuperar a Rosario, fue cómplice del asesinato, cediendo ante la influencia de una mujer que, como Medea, había sido consumida por su propio dolor y resentimiento. El "Caso Asunta" es un recordatorio perturbador de hasta dónde pueden llegar los seres humanos cuando se sienten atrapados, desesperados o simplemente indiferentes hacia el dolor de los demás. El asesinato de Asunta por sus propios padres es una traición a la naturaleza más básica del vínculo entre padres e hijos, un vínculo que se supone inviolable.

 


 

Sábado 21 septiembre 12H


 

Libro PULSIÓN en México (2 septiembre).


 LaTE - INFORMACIÓN: El día de ayer (2 de septiembre) ha llegado la primera caja de los libros PULSIÓN a CDMX. Esta semana se irá la siguiente caja de libros. Apenas llegue, les informaremos. Nuestro agradecimiento a los colegas del equipo de LaTE en México por la solidaridad y el apoyo, especialmente a Paola Franco y a Daniel Arizmendi.