LaTE-Libro PULSIÓN. Se publicará en septiembre.

 LaTE-Libro PULSIÓN
Introducción
Cristina Jarque[1]
La clínica de la pulsión nos pone en contacto con el sufrimiento del sujeto. Vemos que ese sufrimiento está vinculado a la pulsión destructiva, la de Tánatos, la llamada pulsión de muerte. Cuando  pienso en la pulsión de muerte viene a mi mente el mito del Minotauro porque representa la sombra, todo lo negativo que tiene un ser humano, sus deseos irracionales, su agresividad, su crueldad y su peor oscuridad. El minotauro permanece cautivo, como el analizante, nadie lo ve ni lo oye, a veces, puede encontrar en el dispositivo psicoanalítico la posibilidad de ser escuchado. Es como una sombra, que apenas llega a la conciencia como una leve sospecha de su existencia. Confinado en las profundidades del laberinto imaginado para librarse de él, el Minotauro aparece como una variante del "hombre lobo" o como un antepasado del "Ogro". El mito pone en escena y narra un proceso de devoración. Es la incorporación simbólica, el canibalismo. Paradójicamente, el caníbal, no se come a sus enemigos; solo a aquellos a los que ama... hasta el punto de devorarlos. Los destruye para incorporarlos. ¿A qué puede llevar este deseo caníbal? Cuando nace una criatura, la madre y los familiares juegan un papel  decisivo de intercambio de palabras unidas a las necesidades. Esas palabras van a adquirir valor de significantes. Estos significantes son los que van a dar cuenta del deseo. De esta manera, mediante el lenguaje, pasamos del instinto animal al pulsional. Las pulsiones están vinculadas con los significantes que las representan. En el Seminario 23 ("El Sinthome") Lacan define a las pulsiones como
"el eco de un decir del cuerpo". Para Lacan, el patrón de la pulsión es el siguiente: gira en torno al objeto deseado, pero como el objeto deseado es el objeto que falta, entonces entra en bucle. Al final de este circuito, no desaparece, sino que siempre se renueva, lo que tarde o temprano conduce a la reactivación de la pulsión. De esta manera el trayecto pulsional sigue de bucle en bucle y así sucesivamente. En estos bucles pulsionales podemos ver perfilarse  la figura topológica del toro, en torno a la cual se enroscan de cierta manera repetitiva los bucles de la demanda dirigida al otro.
La clínica atestigua que la pulsión es indomeñable de tal manera que en caso de que el objeto de la demanda no consiga despegarse del goce, el camino de la pulsión puede llevar  directamente a la muerte... El psicoanálisis lleva al sujeto a liberarse de los caminos obstruidos por el goce pulsional (Tánatos) para recuperar el camino del deseo (Eros) porque el psicoanálisis se sitúa del lado de la vida. Quiero comentar que con este libro, estamos sumando 37 libros de psicoanálisis publicados por Lapsus de Toledo España. Nuestro próximo libro llevará como título: "El fantasma".
[1]
Psicoanalista en Toledo, fundadora y presidenta de LaTE, presidenta de psicoanálisis de Arco Europeo, presidenta de psicoanálisis de Espacio Abierto de Madrid, presidenta de EnsoñArte, presidenta de Pensar el Cine, creadora de los Monólogos Femeninos (Las voces de la violencia), directora de los libros de psicoanálisis de LaTE.