¿Pedir perdón? Texto de Cristina Jarque en torno a "Escándalo: relato de una obsesión".

 

¿Pedir perdón?
Cristina Jarque
La serie española Escándalo: relato de una obsesión provocó un verdadero escándalo en 2023, momento en el que se emitió. Actualmente está en Prime Video y puedo decir que, personalmente, me ha parecido una actuación magistral la de Alexandra Jiménez, en ese papel tan complejo de la mujer maltratada. La clínica psicoanalítica demuestra que cuando se trata de mujeres maltratadas, en muchas ocasiones tenemos que buscar el maltrato en la etapa infantil. En el caso de la historia de Inés, podemos ver que, efectivamente, la madre tenía una relación de gran desprecio hacia la hija. La niña crece con una pregunta que le taladra el alma en su etapa adulta: “¿Por qué mi madre no me quiere?”. “¿Por qué mi madre me odia?”.
Para intentar articular algo de la ambivalencia en la que ha crecido Inés (ese amor-odio que inicia con la madre y que después va a revivirse con las parejas de amor), hay un momento vital en la historia donde precisamente la hija logra confrontar a la madre. Le dice:
—¿Qué he hecho para que me odies tanto?
Y la madre responde:
—¡Nacer!
El primer capítulo deja perplejo al espectador porque vemos un maltrato de libro: Inés está siendo maltratada, no solamente por el marido (Antonio), sino también por la hija (Ainara). Da la impresión de que esa mujer sobra, de que no tiene un lugar de amor ni con el esposo ni con la hija. Podemos preguntarnos:
1) ¿Será que cuando se tiene una huella infantil de una madre estrago (que desprecia a la hija, que la humilla, que la maltrata, que se burla de ella), la hija va a buscar colocarse en ese mismo lugar con una pareja cuando es adulta?
2) ¿Busca la hija a la madre maltratadora en el hombre del que se enamora?
3) ¿Es porque ese hombre la maltrata que ella se engancha? Y si esto es así: ¿Con qué fin? ¿Qué desea hacer a nivel inconsciente esa niña maltratada?
Conforme se desarrolla la historia vemos por qué fue un escándalo: por la pedofilia. Resulta que Inés, al intentar suicidarse ahogándose en el hermoso mar de Castellón, es rescatada por Hugo, un adolescente de 15 años. A partir de ese encuentro de salvación, ambos se enamoran y surge entre ellos un encuentro sexual. Ella tiene 42 años y él apenas 15.
No obstante el problema del estupro y lo difícil y polémico que resulta, hay pocas historias que lo trabajan cuando se trata de que la abusadora sea una mujer. Independientemente de ese escándalo, lo que a mí me interesa trabajar es la posición de la mujer en el lugar de maltratada. En ese primer capítulo tenemos el origen de toda la historia. Sentimos un rechazo abierto y directo hacia Antonio y Ainara, ambos son injustos y perversos con Inés. Pero también vemos que ella ocupa un lugar imposible: la necesidad desesperada que tiene de sentirse amada aleja a sus seres queridos.
Incluso hay un momento en el que pide perdón al marido, cuando es él quien debería pedir perdón a ella. Surge otra pregunta: ¿por qué hay mujeres que piden perdón cuando son ellas las maltratadas? Una posible respuesta, en este caso de Inés, es que sencillamente esa mujer no soporta ser abandonada. Pide perdón para que el hombre no la deje y se mete en un bucle de maltrato al infinito. Freud, en El problema económico del masoquismo (1924), distingue tres modalidades: el masoquismo erógeno, el moral y el llamado femenino. Este último no debe confundirse con una esencia de la mujer, sino con una posición subjetiva en la que el amor aparece ligado al sufrimiento. Se trata del fantasma inconsciente de “ser amada en la medida en que se es maltratada”.
En la clínica de mujeres maltratadas, como en el caso de Inés en Escándalo: relato de una obsesión, vemos que este masoquismo femenino se enlaza con la historia infantil: la hija que ha sido despreciada por la madre encuentra, en la vida adulta, parejas que repiten la misma escena de humillación y rechazo. No se trata de un “gusto por el dolor”, sino de un intento inconsciente de retener el amor del Otro aun al precio del maltrato.
Cuando Inés pide perdón a su marido, a pesar de ser ella la maltratada, lo que se pone en juego es precisamente esa posición masoquista: desde ese lugar degradado, al menos conserva un lazo, una migaja de amor. El bucle del maltrato se perpetúa porque el sujeto cree que únicamente allí puede garantizarse el vínculo. En la historia de Inés la única salida posible fue el goce mortífero. Lamentablemente eso pasa en muchos casos reales.
Por eso, desde la clínica del maltrato podemos preguntarnos: ¿Hay cura posible?
Desde la perspectiva psicoanalítica, la pregunta por la cura no apunta a un ideal de “felicidad completa” o a borrar las huellas del pasado. Lo que se busca en un tratamiento es que el sujeto pueda construir otra relación con su propia historia, que deje de estar condenado a repetirla sin cesar.
La mujer que ha crecido bajo el signo del maltrato materno o paterno suele cargar con un mandato inconsciente: ser la depositaria del desprecio, la que no merece amor, la que sobra. En la vida adulta, este guion psíquico se repite con la pareja. El trabajo analítico consiste en que esa mujer pueda poner palabras allí donde sólo había sufrimiento mudo.
Cuando se logra articular su propio relato, cuando puede historizar lo que le pasó y darle un sentido simbólico, aparece un espacio nuevo: el de no quedar ya fijada a ese lugar de objeto del otro. La cura, entonces, no es que desaparezca el dolor de raíz, sino que se desplace el modo en que ese dolor gobierna la vida amorosa. El psicoanálisis pretende reducir el carácter mortífero de la pulsión de muerte. El tratamiento puede abrir la posibilidad de que la mujer deje de colocarse en la posición de objeto del Otro, encontrando un modo menos devastador de vivir su deseo. En lugar de pedir perdón por existir, puede llegar a reconocerse como sujeto de palabra y de deseo. El perdón en psicoanálisis apunta en este caso a poder dejar de pedir perdón por existir. Ese es quizá el mayor acto de libertad, que puede alcanzarse en un análisis.
 
 

 

LaTE. Primera caja del Libro EL FANTASMA en México.


 LaTE. Nos acaban de informar que, con fecha de hoy, viernes 5 de septiembre, ha llegado la primera caja de libros FANTASMA a México (CDMX). Nuestro gran agradecimiento a Pedro Jarque por enviarlos y a Paola Franco por recibirlos. La próxima semana enviaremos la segunda caja. ¡Enhorabuena!