ES HOY (23/11). CONGRESO INTERNACIONAL de LaTE. Nos vemos en unas horas.

Fragmento de la intervención de Cristina Jarque.

Maternidad y pulsión
Cristina Jarque

En esta ocasión voy a hablar de la historia del personaje de Céline de la película "Vidas perfectas" (2024), que es el título en España de "Mother's Instinct". Está dirigida por el cineasta belga Olivier Masset-Depasse y es una adaptación de su propia película belga-francesa "Duelles" (Duelos) de 2018, basada en la novela "Derrière la haine" (Detrás del odio) de Barbara Abel. La historia, ambientada en la década de los sesentas, se centra en dos mujeres que son vecinas y mejores amigas: Alice y Céline. Ambas mujeres se van a ver confrontadas a una terrible rivalidad a partir de la muerte del hijo de una de ellas. Esto desencadenará una cascada de sentimientos que, nos va a permitir reflexionar alrededor del tema que llevo investigando sobre "La madre estrago", que ha quedado plasmado en el libro de mi autoría (publicado en España en 2009) que lleva el mismo título y que he tenido el gusto, de presentar recientemente, en Japón. La película plantea preguntas profundas sobre los límites de la maternidad y su potencial destructivo cuando se convierte en una obsesión. En Céline, el sentimiento de culpabilidad se transforma en una pulsión destructiva, revelando una faceta oscura y perturbadora del amor materno. En el Seminario 5 (Las formaciones del inconsciente), Lacan se cuestiona sobre el deseo de la madre y habla de la importancia de que haya un deseo de la madre más allá del hijo, lo que llamamos la metáfora paterna.
En esta historia tenemos cuatro personajes principales: dos madres (Céline y Alicia) y dos hijos: (Max y Theo). La muerte de Max implica para Céline la pérdida del "objeto de deseo". Este vacío simbólico es especialmente significativo para esta madre, pues Max ocupa el lugar de "objeto a" para ella. Sabemos que el objeto a responde a la falta estructural que da origen al deseo del sujeto. Al perder a Max, Céline queda sin ese objeto esencial de su deseo, un hueco que le resulta insoportable. Tengamos en cuenta además que Céline culpa a Alice de la muerte de Max ya que Céline piensa que Alice pudo haber salvado a su hijo y evitar que cayera del balcón.