Cristina Jarque en ESPACIO ANALÍTICO en París.

ESPACIO ANALÍTICO. Próxima cita en París. Hoy se ha confirmado la fecha en Espacio Analítico en París para presentar mi nueva novela FRATRICIDIO que se ha traducido al francés como FRATRICIDE. Quiero agradecer a Vannina Micheli-Rechtman por el apoyo en este evento. Además de "Fratricide" presentaremos también nuestro nuevo libro FANTASMA. La cita es el miércoles 20 de mayo de 2026 a las 19H en París. Las presentaciones de los dos libros estarán a cargo de Emmanouil Konstantopoulos, Claire Gillie, Vannina Micheli-Retchman y Cristina Jarque. ¡Bienvenidas todas las personas que quieran acompañarnos!

 


 

LaTE. Libro FANTASMA, bajo la dirección de Cristina Jarque. Se publicará en España en septiembre, llegará a México en octubre, primeras presentaciones en Atenas (Grecia) y en París (Francia).


 Nuevo libro EL FANTASMA.
Cristina Jarque
El fantasma no es solo una frase. Es una estructura psíquica. El fantasma retorna, marca el cuerpo y la historia. ¿Qué se repite en la escena fantasmática? ¿Qué goce se juega en esa escena que duele y sostiene al mismo tiempo? En este nuevo libro, 45 coautores nos invitan a pensar el fantasma, no solo como velo, sino como una escena inconsciente que da forma a nuestra relación con el deseo, el amor y la verdad. Desde la clínica y el psicoanálisis, este libro explora con una lucidez potente cómo la repetición del sufrimiento puede convertirse en vía de creación y transformación. ¿Qué se oye en el fantasma? ¿Qué voz lo habita, qué eco lo repite? Este libro nos lleva a recorrer el continente del fantasma, donde tanto la voz como la mirada (ambas como objeto a) se duplican, se alucinan, se invocan. Frente al sueño, que cristaliza representaciones, el fantasma es ambigüedad, escena abierta, montaje pulsional. En este libro encontraremos textos valientes, conmovedores y necesarios, que proponen un pasaje: del objeto del deseo del Otro al sujeto de su propio deseo.
Agradecimientos
A Pedro Jarque, 
mi amado compañero en esta imprevisible y singular travesía que es la vida porque treinta y tres años después, seguimos eligiendo el mismo horizonte: el uno al otro. ¿Cómo traducir en palabras lo que el alma guarda? A veces el lenguaje queda corto frente a la magnitud del amor y la gratitud que siento por ti. Estás ahí, siempre, como una raíz firme, como un horizonte que no se pierde. Desde aquel primer encuentro en París, tu presencia se ha entrelazado con la mía, impresa para siempre. Has sido sostén en las sombras y celebración en la luz. En cada instante de duda, en cada tormenta atravesada, tu confianza en mí ha sido refugio. Eres mi confidente más profundo, el testigo silencioso de mis batallas y también el primero en celebrar mis conquistas, grandes o pequeñas. Tú conoces bien los obstáculos que hemos enfrentado, las noches largas, las decisiones difíciles y, nunca soltaste mi mano. Tu amor (ese amor generoso, a la vez sereno y apasionado) ha sido la base donde he podido levantar mis deseos, mis búsquedas y mis palabras. Cada libro que nace, cada curso que imparto, cada conferencia o coloquio que organizo lleva, de algún modo, tu huella. Este nuevo libro, titulado “El fantasma” habla del final de análisis (que no es otra cosa que la posibilidad que tiene un sujeto, después de muchos años de recorrido analítico de dar luz al saber inconsciente) que desde mi perspectiva es un saber nuevo sobre el arte de amar, lo que, para mí, no sería lo que es sin ti. Tu apoyo en el proceso de revisión, tus sugerencias certeras y tu entusiasmo constante han sido más que valiosos: han sido esenciales. Gracias por estar, por creer en mí incluso cuando yo dudaba. Gracias por acompañarme en este viaje en el que la escritura, el fantasma y el amor se entretejen. Gracias infinitas, Pedro. Siempre.
A Ana Jarque y Adrián Jarque,
por su generosa colaboración en la difusión de nuestro trabajo y en la realización de la Newsletter de LaTE, siempre con compromiso y entusiasmo.
A Emmanouil Konstantopoulos,
por el magnífico prólogo que abre este libro y por la hospitalidad brindada en Grecia durante su primera presentación.
A Carlos Mayén y Carlos Martínez,
por los prólogos que han sabido captar, con profundidad y belleza, el espíritu de esta obra.
A Paola Franco y Fernanda Martínez,
por los valiosos textos de introducción que acompañan y enmarcan el recorrido del libro.
A Vannina Micheli-Rechtman,
por su lúcido y precioso texto sobre el fantasma escópico, y por su generosa hospitalidad en París, que ha hecho posible la difusión de nuestro trabajo en el campo del psicoanálisis.
A Gorana Bulat-Manenti,
colega y amiga entrañable, por su potente y necesario texto sobre el fantasma de la prostitución.
A Claire Gillie,
por su apasionante y preciso trabajo sobre la voz, que resuena más allá de lo escrito.
A Colette Prune,
nuestra talentosa diseñadora gráfica, por su constante apoyo en la creación visual de la Newsletter de LaTE.
A Teresa Mendoza,
una de mis hermanas del alma, por el valioso aprendizaje que nos ofrece tu práctica clínica, que tanto nos enriquece.
A Adriana Varona,
por tu admirable labor y por una amistad que, para mí, es tan valiosa como constante.
A Yolanda Cogolludo, Estrella Romeralo, Susana Alcalá y Carmen Soto,
por compartir conmigo el placer, la pasión y la profundidad de las lecturas de Freud y Lacan.
A Bea Martell y Oliva Red,
por su apoyo imprescindible en las traducciones del francés al español, puente necesario para hacer circular nuestro trabajo
A los coautores,
mi más honda gratitud por haber aceptado sumarse a esta travesía que hoy se convierte en libro. Gracias por haber ofrecido su voz, su tiempo, su sensibilidad y su saber con tanta generosidad.
Cada uno de ustedes ha dejado su trazo particular en estas páginas, y es justamente esa pluralidad de perspectivas lo que da vida a esta obra colectiva. “El fantasma” no existiría tal como es sin la presencia, la escritura y la implicación de cada uno de ustedes. La experiencia de este trabajo compartido ha sido un privilegio. Ha habido apertura, respeto y una sinergia viva que ha dado sus frutos. Cada capítulo es el reflejo de un pensamiento singular y, al mismo tiempo, parte de una construcción común que nos enriquece a todos. Gracias por haber hecho de este proyecto algo que va más allá del libro: un espacio de encuentro, de pensamiento y de creación conjunta. Me siento profundamente agradecida de haber coincidido con ustedes en esta aventura, que nos permite sumar, ni más ni menos que cuarenta libros publicados dentro de nuestra colección de psicoanálisis de Lapsus de Toledo. ¡Enhorabuena! ¡Bravo!
Que “El fantasma” circule y resuene con la fuerza de nuestras voces reunidas.

Pedro Jarque en LE GRAN BIVOUAC 2025.

 LE GRAND BIVOUAC en Albertville. Hoy hemos recibido con gran entusiasmo la imagen de la pancarta oficial que anuncia el próximo festival Grand Bivouac, que se celebrará en octubre de este año. Tenemos el placer de compartir que la imagen protagonista es nada menos que la impresionante fotografía RED DANCE de Pedro Jarque, quien además ha sido invitado a la inauguración del festival, consolidando así el vínculo entre su obra fotográfica y el espíritu humanista, curioso y comprometido que define al Grand Bivouac. El Grand Bivouac en Albertville es un festival de cine documental y libro que se celebra anualmente en octubre. La próxima edición, la número 24, tendrá lugar del 13 al 19 de octubre de 2025. Desde su creación en 2002, el festival busca comprender el mundo actual a través del cine y la literatura, fomentando el viaje, el descubrimiento y la apertura cultural. Durante una semana, Albertville, en la región de Saboya, acoge una cuidada selección de películas documentales y libros, con la misión de llegar a un público diverso y estimular el diálogo y la reflexión. La elección de RED DANCE no podría ser más acertada: dos flamencos en un vibrante juego de formas y colores que evocan elegancia, movimiento y una energía casi hipnótica. La fuerza expresiva de los rojos y rosas resalta sobre el fondo oscuro, capturando de inmediato la mirada del espectador e invitándole a descubrir más sobre el festival. Además, la puesta en escena de la pancarta, captada en la foto que nos han enviado, transmite un aire festivo y cercano. La complicidad entre la imagen artística y el humor de la persona que posa abrazada a un flotador de flamenco genera una atmósfera fresca y llena de vitalidad, anticipando el espíritu abierto, plural y curioso que caracteriza al Grand Bivouac. RED DANCE no es solo una imagen promocional; es un símbolo del poder de la fotografía para conectar culturas, emociones y sensibilidades. Sin duda, es un gran logro que la obra de Pedro Jarque haya sido seleccionada como rostro visible del festival. ¡Bravo, Pedro! Esta imagen promete convertirse en todo un icono de la edición de este año.

 


 

Vannina Micheli-Rechtman y Cristina Jarque en París (2025).

 París 2025. Hoy ha tenido lugar un encuentro maravilloso con mi querida colega Vannina Micheli-Rechtman. Hemos intercambiado libros como quien intercambia pedacitos de alma: textos sobre lo femenino, la cultura, el psicoanálisis y todo aquello que nos atraviesa como mujeres que comparten el amor por el psicoanálisis y la escritura. Me siento afortunada y agradecida, no solamente por los proyectos futuros sino también porque ha surgido entre nosotras dos, lo esencial: la alegría de encontrarnos, la certeza de una amistad que se construye con respeto y admiración. Porque cuando dos mujeres se escuchan desde lo verdadero, se teje algo que trasciende: la sororidad, ese lazo invisible pero poderoso que se crea cuando una mujer reconoce a otra. La sororidad es tender la mano, es celebrar los logros ajenos como propios, es escuchar con el corazón abierto y compartir desde la experiencia vivida. La sororidad no exige perfección, solo presencia y sinceridad. Es lo que nos permite sanar, crecer y sostenernos unas a otras. Porque cuando una mujer avanza, lo hacemos todas.

 


 

Dexter: el asesino exquisito. Por Cristina Jarque.


 

Dexter: Resurrección.
Esperábamos el estreno ya que Dexter fue motivo de un texto que escribí (lo anexo aquí debajo) y presenté en un congreso sobre "el pasaje al acto asesino". Hoy hemos visto los dos primeros capítulos y he notado una evolución del personaje que es patente desde el primer capítulo. Dicen que para los fanáticos de la serie, esta nueva entrega no va a defraudar y que promete una exploración profunda del pasajero oscuro que habita a Dexter y su lucha interna entre el bien y el mal.
Dexter: el asesino exquisito
Cristina Jarque
La primera vez que escuché a Dexter (personaje de la serie de TV) hablar de su oscuro pasajero, supe que podía tratarse de una serie interesante para reflexionar desde el psicoanálisis. Conforme fueron avanzando los capítulos fui constatando que, efectivamente, no me había equivocado en la percepción. Hay un capítulo del que quiero hablar en especial. Es el capítulo 8 de la temporada 1 que se llama: "Secreto de psiquiatra". En este capítulo Dexter investiga una serie de suicidios de varias mujeres que tienen algo en común: todas son bellas, poderosas, independientes y triunfadoras. Además de ser mujeres a las que se les puede considerar como exitosas, tienen algo más en común: su psicoanalista. Para poder investigarlo, Dexter decide ir al consultorio y hacerse pasar por su paciente. Esto lleva al espectador a comprender dos cosas muy importantes:
1) que hablar desbloquea la mente. Puesto que hablar logra desbloquear en el mismo Dexter un recuerdo: la escena traumática del asesinato de su madre que es el núcleo que desencadenará en él, la pulsión asesina.
2) que algunos sujetos tienen una gran insoportabilidad al éxito desde lo femenino. Esos sujetos son peligrosos y más aún si tienen un lugar de poder frente a esas mujeres, como en este caso, ser su psicoanalista.
Comento este capítulo para puntuar que analistas como el personaje de este capítulo no existen solamente en la ficción. Lamentablemente, muchas veces llegamos a conocer su mala praxis, a través de los analizantes que nos hablan de ellos después de haber sido sus víctimas. No obstante, es un alivio que tarde o temprano se llegue a saber lo relacionado con la mala praxis.
Pasaré ahora a hablar de los llamados "psicópatas". El concepto de un perfil psicológico específico del asesino serial fue introducido por Ressler, quien parte de la idea de que sus comportamientos, precursores del asesinato, siempre han estado presentes, desde la infancia, y lo relaciona directamente a la falta de amor, con historias marcadas por problemas de adaptación social y de abuso infantil. Plantea que el problema del asesino en serie es un problema de amor. En ese aspecto, este autor plantea lo mismo que el psicoanálisis, en el sentido de que los sujetos somos producto de nuestra historia personal. En la actualidad el concepto de asesino en serie forma parte del discurso actual. No obstante, el psicoanálisis es renuente a las etiquetas y a los patrones generales. Se intenta más bien investigar y ubicar los pasajes al acto asesino desde las estructuras psíquicas: neurosis, perversión y psicosis. Lo que yo deseo plantear en este texto tiene relación con la frase utilizada por el filósofo inglés del siglo XVIII Thomas Hobbes: HOMO HOMINI LUPUS "El hombre es un lobo para el hombre".
En otras palabras, que en ciertos momentos, cuando se establecen circunstancias específicas los sujetos podemos sacar lo peor de nosotros mismos. Lo vemos constantemente y sobre todo en los pasajes al acto asesino: cuando un sujeto es confrontado al objeto pequeño "a" en el sitio de desecho, a nivel de la identificación, puede llegar a descompensarse, angustiarse, y en algunos casos, puede llegar a asesinar. El pasaje al acto asesino es una pérdida de control y ocurre cuando el sujeto es confrontado a algo que le parece del orden de lo insoportable.
El "pasaje al acto" y el "acting out" son dos cosas diferentes aunque no están tan alejados uno del otro. Ambos son expresión de una forma de repetición. El pasaje al acto es desde lo consciente. En el Seminario 10 (Angustia) Lacan dice que es un acto con sujeto donde hay un otro a quien se dirige la acción. El sujeto experimenta tres afirmaciones: el llanto del bebé, el "no" de la etapa anal y la transgresión de la ley del padre. Estas afirmaciones están del lado del acting out porque es una manera de intentar aliviar la tensión de algo que es imposible de saber. En ambos hay pulsiones que se descontrolan pero en el pasaje al acto se sabe, en cambio, el acting out no se sabe.
El oscuro pasajero de Dexter no es como el doctor Jekyll y Mr. Hyde sino más bien como "El retrato de Dorian Grey". Y es que estamos ante la lucha interna entre Eros y Tánatos, pero en Jekyll y Hyde hay una fragmentación dual, es el problema del doble. En cambio en "El retrato de Dorian Grey" de Wilde (1890) podemos ver a ambas personalidades conviviendo en un mismo sujeto, sin desdoblamiento corporal. La diferencia es que Jekyll desconoce lo que hace Hyde y necesita una pócima para que surja la personalidad oscura (en la vida real, el alcohol cumple esa función en muchos casos, pues desinhibe las pulsiones de los sujetos y desnuda la ira y la agresividad). En cambio Dorian Grey sí sabe de su oscuro pasajero, digamos que ambas personalidades conviven en la misma persona.
Por esto, Dexter Morgan vive una vida doble: en el día es un forense que acude a las escenas de crímenes para analizar la sangre. Es un buen padre y un buen hermano. Pero en la noche se convierte en un justiciero, que con el código que le ha dado su padre adoptivo (Harry) asesina personas que entran en este código.
Podemos decir que empatizamos con él y se convierte en nuestro héroe porque asesina de manera justa, a quienes salen impunes por el sistema. Pero en realidad está saciando el hambre de lo que él llama su oscuro pasajero. La serie nos permite reflexionar alrededor de varios puntos vitales, sobre todo cuando Dexter habla con los asesinos que va a matar y ellos le regresan el reflejo en el espejo de lo que él mismo es. Entonces le surge una pregunta: ¿En qué se hubiera convertido él, si la doctora Evelyn Vogel no hubiera instado a Harry a darle el código? Esta pregunta nos pone de frente a todos nosotros, estudiosos del psicoanálisis, investigadores disciplinados de la mente humana, psicoanalistas cuyo análisis más importante es el propio, con ese mismo cuestionamiento. Cuestionamiento que suele surgir al finalizar nuestro tratamiento analítico porque en ese momento ya tenemos conocimiento de nuestro oscuro pasajero personal. La pregunta es la siguiente: ¿En qué se hubiera convertido usted, si no hubiera sido por el psicoanálisis?


Libro EL FANTASMA.

 Información LaTE. Este sábado 5 de julio cerramos oficialmente la recepción para el libro "El fantasma". Con gran entusiasmo anunciamos que somos 45 coautores quienes daremos vida a esta obra única, donde cada voz se suma para articular, desde diferentes visiones, la lógica del fantasma como formación del inconsciente. En ese registro, opera como una escena que vela la angustia de castración, intentando bordear lo imposible de representar. A través de estos textos, se exploran las huellas del deseo y las escisiones del sujeto. ¡Sin duda va a ser un libro que dejará huella! Agradecemos profundamente a todas las personas que enviaron sus textos. ¡Gracias por ser parte de esta experiencia psicoanalítica, literaria, artística y cultural! ¡A por nuestro libro número 40! ¡Enhorabuena!

 


 

La procrastinación como defensa a la página en blanco por Cristina Jarque

 La procrastinación como defensa a la página en blanco
Cristina Jarque

Desde hace varios años, he asumido la función de directora de libros en la colección de psicoanálisis Lapsus de Toledo, en España. A lo largo de este tiempo, he tenido el privilegio de coordinar y acompañar la escritura de numerosos colegas que han participado en nuestras publicaciones. Esta experiencia me ha llevado a reflexionar sobre un fenómeno común pero poco interrogado: la procrastinación, especialmente cuando se trata de escribir. Nuestro libro "El Fantasma" marca la publicación número 40 de nuestra colección, y me llena de alegría constatar que estos trabajos no solo han sido una valiosa herramienta de difusión del psicoanálisis, a través del aporte singular de cada colega participante, sino que también han incentivado en muchos el deseo de escribir, ayudando a dejar atrás el síntoma de la procrastinación. ¡Mi más sincera enhorabuena a todos ellos! ¡Bravo por este paso hacia la palabra propia! Comparto aquí algunas reflexiones sobre la procrastinación a partir de mi trabajo con colegas escritores. Muchos autores entregan sus textos fuera de plazo, incluso si se les solicitó con un año de antelación. ¿Por qué ocurre esto? ¿Se trata simplemente de una mala gestión del tiempo? ¿O estamos ante un verdadero síntoma, en el sentido psicoanalítico? Sigmund Freud ya nos advertía que la procrastinación puede funcionar como una formación sustitutiva del síntoma, especialmente en el sujeto obsesivo, donde la postergación se vincula a la duda, la inhibición y el control. Desde esta perspectiva, diferir la escritura sería una manera de defenderse de algo más profundo: el deseo y el miedo que lo acompaña. El sujeto puede experimentar una ilusión de tiempo infinito: al ver el plazo lejano, subestima la tarea, la minimiza o la posterga. Pero más allá de esta capa superficial, aparece el miedo. ¿Miedo a qué? A exponerse. A no estar a la altura del ideal. A no decir “lo suficiente” o, peor aún, a decir demasiado. Como señala Freud, escribir puede implicar una forma de desnudez psíquica. En este sentido, procrastinar se convierte en una manera de evitar el encuentro con la angustia. He escuchado con frecuencia a escritores afirmar que necesitan la presión del último momento como motor de deseo. Lacan, por su parte, nos recuerda que el deseo es siempre deseo del Otro, y que toda producción simbólica implica una confrontación con ese Otro que juzga, evalúa o interpreta. Dejarlo todo para el final puede funcionar como una estrategia inconsciente para limitar esa exposición, como si el apremio del tiempo justificara lo inacabado. La procrastinación, entonces, puede leerse como una defensa psíquica: evita el fracaso anticipado, el juicio del Otro, la herida narcisista que podría implicar entregar algo “insuficiente”. Pero también puede convertirse en un modo crónico de inhibición, una forma de evitar el acto creativo, de no asumir una posición de autor, de no hacerse responsable del deseo que habita la escritura. La página en blanco no es neutra: refleja el vacío, la duda, la autoexigencia. Puede volverse un espejo implacable del superyó. Escribir implica dejar una huella, asumir una voz, posicionarse. No escribir (o postergar indefinidamente) permite evitar esa confrontación. En algunos casos, la consigna de escribir (ya sea interna o externa) es vivida como una orden ante la cual el sujeto se defiende pasivamente, algo así como una rebeldía silenciosa. Por ello, la procrastinación en la escritura no es simplemente una falta de disciplina, sino un fenómeno complejo que implica el cuerpo, el goce, el tiempo y la palabra. No se trata de "dejarlo para después", sino de un síntoma que habla del sujeto, de su lugar frente al deseo, al lenguaje y a la creación.