LaTE. ES HOY (20/12). Presentación del libro PULSIÓN en la Librería Hojablanca a las 20:30H (Calle Martín Gamero 6, Casco Histórico en Toledo). Contaremos con la presencia de Emmanouil Konstantopoulos, Jiovana Ves, Agape Romiou, Susana Alcalá, Yolanda Cogolludo, Estrella Romeralo y Cristina Jarque. Habrá vino de honor y cocktail. Damos una cálida bienvenida a todas las personas que deseen acompañarnos. Nos vemos esta noche.
Fragmento de uno de los textos del libro PULSIÓN.
Antígona, pulsión que cautiva.
Cristina Jarque.
Se sabe que Sófocles nació en Atenas alrededor del año 496 a. C. y que vivió casi noventa años durante los cuales escribió más de cien piezas dramáticas entre las que destacan "Edipo Rey" y "Antígona" que han sido referencias fundamentales para nuestro quehacer psicoanalítico. Antígona se representó por primera vez en el año 442 a. C. y desde entonces no ha dejado de representarse a lo largo de la historia de la humanidad, siendo un clásico fundamental para el pensamiento de la humanidad a través de los tiempos. Personalmente he tenido la oportunidad de ver varias veces la obra, pero me han impactado mucho dos representaciones: la que vi en París, en el teatro, en el año de 1993… y la que montaron en el teatro de verano de Mérida, en nuestra querida España. Para entrar en el análisis de la historia de Antígona, es necesario conocer su novela familiar (igual que hacemos con nuestros analizantes). Antígona es hija de Edipo y Yocasta y hermana de Polinices, Eteocles e Ismene.
Hay que decir que el destino de los hijos de este matrimonio trae la marca del incesto, lo que traerá consecuencias complicadas. La historia de Antígona se centra alrededor de un acontecimiento que es el enfrentamiento de sus dos hermanos varones en una batalla producto de la ambición por ocupar el trono de Tebas. Es Eteocles quien romper la armonía porque los hermanos habían acordado que se turnarían el trono de Tebas, no obstante, cuando le toca el turno a Polinices, Eteocles no quiere cederle el trono y Polinices decide hacer la guerra contra su propia ciudad para hacer valer el acuerdo que habían preestablecido ambos hermanos. Estos hechos nos llevan a decir que fue el capricho y la ambición desmedida de Eteocles lo que lleva a que los dos hermanos se enfrenten entre sí, trayendo como consecuencia que se dieron muerte uno al otro. Habiendo muerto ambos herederos al trono de Tebas, Creonte, el hermano de Yocasta asciende al trono y decide, por un lado, dar sepultura al cadáver de Eteocles, y por el otro, dejar sin honores el cadáver de Polinices. De esa manera, el cuerpo de Polinices queda tirado en el campo de batalla, yaciendo sin sepultura, expuesto a la mirada de todo el pueblo para convertirse en carroña de aves rapaces y perros hambrientos. La primera pregunta que nos viene a la mente es: ¿Por qué Creonte decide eso? Dicen que la decisión de Creonte se basa en el hecho de que en Tebas, la ley condenaba a dar sepultura a los traidores. Polinices es considerado traidor de su Patria porque hizo la guerra contra su propia ciudad. Esa es la razón por la que Creonte condena a su sobrino Polinices. ¿Qué es lo que queda de la familia marcada por el incesto? Quedan las dos hermanas: Antígona e Ismene. Es importante constatar que el pensamiento de las hermanas estará marcado por una diferencia radical que las coloca en oposición: por un lado, Antígona está desesperada, angustiada, no puede soportar la idea de que su hermano quede sin sepultura, y, por el otro, Ismene piensa que hay que dejar la decisión a Creonte y desentenderse del asunto porque después de todo, es Polinices quien se lo buscó. Cabe destacar que de las dos hermanas, la que tiene un futuro que promete felicidad, amor, dinero y todo lo que se puede desear en tanto mujer y sujeto, es Antígona, pues es ella, Antígona, quien está prometida a Hemón, el hijo de Creonte y Eurídice. Podemos deducir que como Creonte y Eurídice son los reyes de Tebas, su hijo es príncipe consorte y futuro rey, con lo cual, Antígona al casarse con Hemón se convertiría en la futura reina de Tebas. Estos hechos son los que intrigan cuando se trata de esclarecer los motivos que tiene Antígona para renunciar a un destino tan prometedor, y es en sí, el meollo de todo el asunto. Se trata de arrojar cierta luz a la causa que motiva el deseo de Antígona, deseo de renunciar a una vida terrenal por lo que parece ser una reverenda estupidez, un capricho, una obcecación… ¿Será eso? ¿Se tratará simplemente de una cuestión de terquedad? ¿Será una competencia entre ella y su futuro suegro del tipo "a ver quién gana"? Estas son preguntas que se han ido estableciendo a través de las diferentes lecturas que cada quien hace de la obra y que, como todos sabemos, son respondidas de manera subjetiva y particular, intentando dilucidar una verdad que siempre será "no toda". Sigamos con los hechos contundentes: resulta que Antígona toma su decisión, una decisión inamovible, marcada por lo que Lacan llamará "un deseo puro". Antígona decide sepultar a su hermano Polinice a sabiendas de que su acto puede llevarla a ser condenada a muerte porque la ley de Tebas prohíbe enterrar el cuerpo de quien es considerado un traidor. Ismene aconseja a Antígona para que desista de su propósito pero Antígona argumenta su posición diciendo que puede padecer la muerte, ya que la muerte no es ningún sufrimiento para ella, comparado con el sufrimiento que representaría tolerar la idea de que el cuerpo del hijo de su madre se quedara sin tumba en este mundo. Parece que en este punto nos encontramos con la esencia del acto de Antígona. Hay algo que se juega en ella, algo profundo, difícil de entender pero posible de acceder poco a poco, si nos asomamos a ciertas verdades que llevan la marca del deseo inconsciente, en este caso, regido básicamente por la madre, es decir, por Yocasta. Antígona hace referencia al hijo de la madre, eso es lo que nos aclara este punto. La hija de Yocasta, producto del incesto familiar nos habla con su acto. ¿Qué nos dice? Voy a responder a esta pregunta con las palabras de Sandra, la analizante que leyó Antígona y que trajo sus reflexiones personales a su análisis. Sandra dice que ella piensa que Antígona rechaza casarse con Hemón porque tiene pánico a la maternidad. Para Sandra, Antígona prefiere morir que aceptar convertirse en esposa y madre, porque, según la analizante, Antígona está horrorizada con el incesto familiar y, como se siente culpable, prefiere tener un acto generoso con su hermano Polinice, quien también es producto del mismo pecado incestuoso, igual que ella, para preservar el renacimiento de su alma en la otra vida, allí donde Polinices podrá tener esa esperanza, la de otra vida en ese "entre dos muertes", en ese espacio adonde se supone que el alma va a renacer después de su muerte terrenal. Sandra dice que Antígona necesita darle esa oportunidad al hermano, porque lo ama más que a nada en el mundo, porque según Antígona, se puede tener otro marido, o varios hijos pero los hermanos que se tienen son únicos e irremplazables porque sólo ellos pasaron por el mismo útero materno que les dio la vida. Es interesante escuchar la lectura que hace Sandra de la tragedia porque más allá del hecho de que estemos o no de acuerdo con ella, lo importante es poder escuchar lo que nos dice la analizante para poder continuar con la escritura de estas reflexiones que nos permitirán observar las similitudes y las diferencias en el amor fraternal presente tanto en Antígona como en Sandra. Para concluir la historia de Antígona diremos que lo que ocurre después es una precipitación de eventos trágicos que se van sucediendo uno tras otro, todos como resultado de la decisión de Antígona: Creonte descubre que su futura nuera ha desobedecido la ley y ha dado sepultura al cadáver de Polinices. Tiresias el adivino y ciego profetiza la cólera de los dioses y advierte a Creonte que no condene a Antígona pero Creonte no puede evitar hacer la ley así que no cede ni siquiera ante la súplica de su hijo Hemón, quien enamorado de Antígona pide al padre que no la condene a muerte. Cuando Antígona comprende que van a encerrarla viva en una tumba excavada en una roca decide ahorcarse. Creonte recapacita y da la orden de levantar el castigo de pena de muerte que recae sobre Antígona pero ya es tarde. Hemón encuentra el cadáver de su amada y se suicida atravesando su cuerpo con una espada y muriendo abrazado al cuerpo inerte de la mujer amada. Eurídice la madre de Hemón se suicida cuando se entera del suicidio de su hijo y Creonte es condenado a vivir con el suplicio de la culpabilidad que siente por todas las muertes de sus seres queridos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario