"Cuando el editor hace de límite" por Cristina Jarque

 

Cuando el editor hace de límite
Cristina Jarque
La película "El editor de libros" (título original Genius 2016 en Filmin) fue dirigida por Michael Grandage. La historia nos cuenta la relación entre el escritor Thomas Wolfe y su editor Maxwell Perkins (interpretados por Jude Law y Colin Firth). Es precisamente esa relación (editor y autor) la que me permite reflexionar, en este texto, sobre el conflicto entre la palabra, el deseo y el cuerpo. Thomas Wolfe nació en 1900 en Asheville, Carolina del Norte, fue hijo de una madre dedicada a una pensión y un padre cantero. Su infancia estuvo marcada por la inestabilidad, la ausencia del padre y la muerte temprana de un hermano. Wolfe dice que su infancia produce en él, una sensibilidad al pasado, al dolor y a la pérdida. Su obra más conocida, Look Homeward, Angel (1929), reconstruye esa infancia a través de Eugene Gant, que es el personaje principal. Sabemos que en la psicosis, el sujeto intenta reescribir su trauma originario, buscando en la palabra lo que perdió en lo real. Por eso, para algunos escritores, como Wolfe, la escritura no es un simple medio, sino una necesidad vital. Su prosa desbordante, su lirismo intenso, reflejan un deseo irrefrenable de dar forma (con palabras) a la experiencia: la pérdida, la memoria, el sufrimiento, las relaciones familiares. Podríamos decir que Wolfe busca en el significante un soporte simbólico para lo real. Pero ese intento de inscripción simbólica es tan voraz y tan ilimitado, que se desborda. Al ver la interpretación que hace Jude Law de Wolfe, podemos notar la angustia de ese "estar desbordado". Tiene una incapacidad para detenerse, es decir, no sabe cómo parar. Algunos biógrafos relatan que tenía un deseo insaciable de escribir, de hecho, escribió manuscritos de más de un millón de palabras. Cuando cayó enfermo, fue diagnosticado con lo que se describió como “tuberculosis del cerebro”. También se dijo que tenía tumores en el cerebro e incluso se le diagnosticó como enfermo mental. Murió en 1938 a los 37 años. Hay quienes piensan que esa “tuberculosis del cerebro” se puede leer como una metáfora de la fractura del sujeto, es decir, que el lenguaje devoró al cuerpo. En esta historia me interesa, especialmente, la relación con el editor, Maxwell Perkins, pues este hombre tiene para Wolfe la función de límite. El editor funcionó como un sostén simbólico que evitó, en un principio, que Wolfe se desbordase. Max recortaba, moldeaba y contenía la prosa salvaje de Wolfe y esto era lo que actuaba como límite. Pero cuando Wolfe rompe con Max, además de romperse la amistad, se rompió también el equilibrio: la pulsión creativa quedó sin contención y el vacío simbólico produjo un cuerpo enfermo, agotado y moribundo. Thomas Wolfe luchó por nombrar su dolor mediante la escritura y, mientras el editor está a su lado, la escritura logra salvarlo, pero cuando se queda solo (abandonado por el padre que hace de límite) entonces el lenguaje lo invade. Lacan dice que “no hay metáfora del falo que garantice el cuerpo”. La película es maravillosa porque nos enseña la vida de un sujeto atormentado que crea una literatura de sombras y paisajes interiores, de urgencia vital y de melancolía ancestral. Es un testimonio del conflicto del sujeto cuando pierde el sostén psíquico que lo precipita al vacío.

Cruce de Acusaciones. ¿Violación o venganza? Por Cristina Jarque.

 

¿Violación o venganza?
Cristina Jarque
Cruce de acusaciones es una película alemana (Filmin 2024) dirigida por Matti Geschonnec. Esta película nos confronta a hacer una profunda reflexión sobre los peligros que existen cuando ocurre un encuentro amoroso apasionado. Al escuchar a Katharina nos interrogamos: ¿Esta mujer habla de una violación después de cuatro años de relaciones adúlteras? Sabemos que Katharina es una exitosa presentadora de televisión y Christian es un poderoso empresario, también de éxito. El punto importante es: ¿quién dejó a quién? Ella dice una cosa y él dice otra. Las versiones no cuadran y por ello estamos ante una historia que nos hace reflexionar acerca de lo complicado que resulta creer que entendemos lo que ocurre en cuestiones de amor y sobre todo de pasión sexual. Christian permanece callado hasta el final del juicio. Cuando toma la palabra, deja pensando al espectador. ¿Ha sido una venganza de ella, o es él quien miente? Y aquí la película lanza su dardo final: la palabra “venganza” no clausura nada. Abre, más bien, un abismo. Porque si Katharina miente, ¿lo hace para castigar el abandono? ¿O para restaurar una dignidad herida? Y si, en cambio, dice la verdad, ¿por qué necesitó cuatro años para pronunciarla? El filme nos confronta con esa zona gris donde la pasión (cuando se mezcla con poder, dependencia y rencor) puede torcer la percepción de lo vivido hasta volverlo irreconocible incluso para quienes lo protagonizaron. En este tribunal simbólico, lo perturbador es que la película no revela un veredicto judicial. El guion no ofrece una "verdad oficial" sino que deja en manos del espectador la decisión de creer una versión u otra. Lo que es un hecho, es que queda claro que, muchas veces, nada es lo que parece.

Sobriedad amenazada por Cristina Jarque.

 

Sobriedad amenazada
Cristina Jarque
La presión social para beber alcohol es una forma de violencia silenciosa, especialmente contra quienes han elegido (o necesitan) ser abstemios. En estas épocas, de fiesta y de brindis, escuchamos frases como: “no me fío de los que no beben alcohol”, o "brindar con agua es de mala suerte". Son frases que descalifican y expulsan, a las personas abstemias, de la comunidad. Para quienes han librado batallas reales contra la bebida, esa presión cotidiana puede convertirse en una amenaza a su sobriedad, una especie de sabotaje social que minimiza el esfuerzo que implica mantenerse a salvo de una adicción. A veces, quienes más se burlan e insisten en obligar a beber, son alcohólicos que no aceptan su dependencia al alcohol. Lo preocupante es que esa normalización no proviene únicamente del entorno íntimo. Cuando figuras de gran influencia cultural, normalizan el hábitos de beber en exceso, el mensaje se carga de autoridad. Como por ejemplo, un reconocido cineasta mexicano, que actualmente está saliendo constantemente en las redes sociales, ha declarado en una entrevista que se va a ir a “poner pedo” con sus amigos. ¡ Menudo mensaje de ídolos de barro! En adultos ya formados puede sonar anecdótico; pero para jóvenes que admiran a estos creadores, puede convertirse en una invitación a unir creatividad, camaradería o éxito con la borrachera. No es que un artista no pueda tomar, sino que la celebración pública del exceso contribuye a reforzar un imaginario donde beber hasta perder el control es gracioso, inofensivo o incluso admirado. El resultado es un clima social que no solo dificulta que los abstemios sean respetados, sino que también empuja a los jóvenes a asociar la pertenencia con el consumo, perpetuando ciclos de normalización del alcoholismo que luego se presentan como elecciones libres, cuando en realidad son el efecto de una presión constante e invisibilizada.
 

 

Cristina Jarque en Toluca.

 

TOLUCA. Videoconferencia sobre LA MADRE ESTRAGO, el domingo 14 de diciembre 12h de México.
Consideraciones
Conforme fui construyendo la escritura del libro "La madre estrago", las ideas han ido surgiendo, sostenidas siempre por el motor del mismo deseo: el deseo de poder transmitir, el abanico de posibilidades, que se abre ante un sujeto que decide emprender un tratamiento psicoanalítico.
Es sabido, que los psicoanalistas hablamos desde un lugar que no sólo se ubica en el discurso teórico; por el contrario, el verdadero lugar desde donde se habla, es desde ese lugar que se ocupa, cuando se ha pasado por la experiencia analítica personal. Dar cuenta de lo que ha ocurrido en un análisis, es la tarea que me he propuesto llevar a cabo mediante esta escritura, pues sabemos que lo que conlleva, son cuestiones particulares, que no se repiten de la misma manera de un caso a otro caso. Las consecuencias de un análisis, son resultados singulares, que se van dando en cada paciente, por eso decimos que, tanto efectos, como consecuencias, son una cuestión exclusiva de cada quien. Sin embargo, lo que si es cierto, es que podemos observar que al final de un análisis, se puede percibir un estilo propio de cada sujeto, que se nota en su particular manera de vivir la vida después de haberse analizado. Es por eso, que muchas personas hablan de un antes y un después de la experiencia analítica, porque hay una modificación en las actitudes de los sujetos, que es a lo que hemos llamado la rectificación subjetiva. La rectificación subjetiva, implica precisamente, una transformación del sujeto en relación a su particular manera de vivir la vida, de amar, de sufrir, de enfrentar los obstáculos y los problemas que acarrea la existencia humana, tal como la concebimos a partir del lenguaje, en el que todos los sujetos vivientes, estamos inmersos. En este libro, he querido hablar del estrago materno, porque, a través de mi experiencia clínica, he podido constatar que la influencia del padre y de la madre, va más allá de las personas que encarnan esas funciones para los hijos. Lo que quiero decir, es que, el padre y la madre, ocupan una función y un lugar que son fundamentales en el desarrollo psíquico del hijo, y como hemos podido constatar en todos los casos que estoy presentando, una de las funciones que tiene la madre, es la de tener el poder enorme de transmitir la figura paterna, de autoridad y de ley para los hijos. Por eso hablo del estrago, como ese daño, esa devastación que viene de la estructura parental propiamente dicha, pues abarca la relación que preexiste entre la madre y el padre, es decir entre la mujer y el hombre que van a engendrar al hijo, además de la relación que preexiste entre ellos dos, con sus propios padres. Como se ha podido advertir, la historia psíquica de un ser humano, va a estar vinculada a una novela familiar que abarca varias generaciones y que va a ser transmitida en el discurso, a lo largo de la vida del sujeto en cuestión. Esas palabras que se dijeron, esconderán significados enigmáticos en esos agujeros del discurso mismo, es decir, en lo que llamamos el entre líneas, que son los significados de aquellas palabras que no se dijeron, que se quedaron en silencio, pero no por ello, ausentes. Es el entramado, el conjunto de hechos determinados que rodean la vida del sujeto y que van a marcarlo y a estructurarlo, tal y como hemos podido dar cuenta en los casos presentados en este libro. Estos casos, son casos anónimos, y si llegamos a sentirnos afines a alguno de ellos, es porque, al final de cuentas, la experiencia del sufrimiento humano, tiene varios puntos de afinidad, como todos podemos constatarlo, día tras día. Es mi deseo que, ciertamente, existan muchas personas que al leer este libro, logren identificarse a alguno de estos casos, para que de esa manera, puedan comprobar, que hay salidas y hay soluciones sanas al estrago, a la devastación, al sufrimiento intenso y turbulento que se produce en el interior de ciertas almas atormentadas y fracturadas. Porque, aún cuando en algunas ocasiones, creamos que ya no tenemos escapatoria, aún cuando pensemos que todas las puertas se han cerrado, siempre hay una luz, si es que nuestro deseo es querer verla. Quiero finalizar con una frase que escuché de labios de Don Pedro Juan, un hombre que tuvo el privilegio de vivir conforme a su deseo. La frase no es de él, pero a mí me ocurre, como a todo el mundo, que al haberla escuchado de sus labios, se la he adjudicado:
"No dejes que las lágrimas de la noche, te impidan ver el amanecer, porque al final de cuentas, siempre tenemos la posibilidad de encontrar nuestra verdad, mediante un profundo análisis de las cosas".
 

 

Cartel en Toledo. Leer a Freud. DOS MENTIRAS INFANTILES.


 

Cartel en Toledo. Leer a Freud. "Dos mentiras infantiles" a cargo de Susana Alcalá. ¡Ha sido un cierre de curso precioso!
Consideraciones
El texto explica que algunas mentiras infantiles no son simples imitaciones de los adultos, sino expresiones de conflictos afectivos profundos. En el primer caso, una niña de siete años toma dinero del padre para comprar pinturas, pero su gesto tiene un significado inconsciente: "tomar dinero equivale a ofrecer amor", aprendido en experiencias tempranas con una niñera y un médico. Al ser descubierta, vive el castigo como un "rechazo amoroso", lo que marca su carácter y su futura relación angustiada con el dinero.
En el segundo caso, otra niña miente para "engrandecer la figura del padre", a quien idealiza y del que depende emocionalmente. Sus engaños buscan defenderlo de la realidad de sus limitaciones. Ambas historias muestran que ciertas mentiras infantiles ocultan una verdad inconsciente y que anticipan conflictos psíquicos y síntomas que se desarrollarán en la edad adulta.

Próxima reunión de cartel: miércoles 14 de enero 18h.

 LaTE. CARTEL EN TOLEDO. Leer a Freud. PERSONAJES PSICOPÁTICOS a cargo de Carmen Soto. (Miércoles 14 de enero 18h).
Introducción
Cristina Jarque
En "Personajes psicopáticos en el escenario" (1904), Freud plantea que el teatro funciona como un laboratorio donde el inconsciente puede circular con una libertad que no ocurre en la vida diaria. Cuando el espectador se enfrenta a un personaje que actúa sin frenos (un villano sin culpa, un antihéroe entregado a su deseo, alguien que desafía normas morales, religiosas o sociales, es decir, un transgresor) ocurre un fenómeno de identificación paradójica: el público goza con aquello mismo que condena. Freud observó que estos personajes encarnan pulsiones que el neurótico reprime: agresiones, deseos sexuales prohibidos, fantasmas de desobediencia o venganza. Son figuras que se aventuran en territorios que "el Pepito Grillo" interior vigila y censura. Se vuelven fascinantes, precisamente, porque no muestran culpa ante lo prohibido. Su libertad, tan temida como anhelada, produce un efecto de alivio psíquico en el espectador. Es un otro quien realiza y padece la acción, y ese desplazamiento permite al sujeto gozar sin sentir que traiciona sus principios. El escenario es, en ese sentido, una especie de “espacio de transferencia” donde el deseo reprimido encuentra un modo de manifestarse sin consecuencias. Freud subraya que esta identificación es un mecanismo profundamente inconsciente. Lo que el yo rechaza, el teatro lo devuelve bajo la forma de un personaje ajeno, otorgando al espectador un permiso secreto para asomarse a su propia sombra. El encanto de estos personajes no proviene de su maldad, sino de su capacidad para vivir fuera del cerco neurótico. Representan una versión liberada del deseo, una posibilidad intolerable en la realidad pero permitida en la ficción. De este modo, el teatro se convierte en un lugar donde el público explora zonas prohibidas de su psiquismo, desplazando la responsabilidad a ese otro que encarna la acción. La escena autoriza al inconsciente a mostrarse. Y al identificarse con quien no conoce límites, el espectador encuentra, por un instante, el eco de su propia verdad reprimida. Es en ese espacio intermedio (entre la fascinación y la repulsión) donde Freud sitúa el poder del drama: permitir que lo inconsciente hable a través del cuerpo y la voz de un personaje que, sin saberlo, está representando también al público que lo observa.

 


 

Dra. Cristina Jarque en videoconferencia (desde España) en Toluca. Conferencia sobre LA MADRE ESTRAGO.

 

LaTE. TOLUCA. Videoconferencia desde España. Domingo 14 de diciembre 12h de México). Informes Carlos Mayén, Itandehui Gonzalez.
La madre estrago (Introducción)
El libro "La madre estrago" se publicó por primera vez en España en 2008 y fue presentado por grandes personalidades de la intelectualidad española, entre ellos Miguel Marinas (1948-2022) un filósofo muy reconocido, que él mismo se denominaba amigo de los psicoanalistas. Después, en 2010, tuve el gusto de presentarlo personalmente en CDMX, de la mano de nuestro querido colega Néstor Braunstein (1941-2022) a quien seguramente muchos de ustedes conocen, pues era un psicoanalista de renombre mundial. Desde su primera publicación, este libro ha sido motivo de muchas presentaciones, tertulias, conferencias y debates. Lo he llevado a la televisión, a la radio y ha sido motivo de múltiples entrevistas. En 2011 fue traducido al francés y lo presenté por primera vez en París, en la Casa de México, y posteriormente en París Diderot, al lado de Gérard Pommier (1941-2023). A lo largo de estos 17 años, he sido invitada (tanto a presentar el libro como a dar conferencias en torno al estrago materno) en numerosas ciudades, incluyendo el Instituto Cervantes de Lisboa y el Centro Español de Lima. Este año volví nuevamente a París, al Espacio Analítico, esta vez invitada por Vannina Micheli-Rechtman. Como pueden ver, La madre estrago ha recorrido un largo camino. Y desde el primer momento, el título fue lo que encendió las alarmas: hablar de la madre estrago era y sigue siendo (según han dicho numerosos colegas) un acto de valentía. Porque si hay un tema delicado y políticamente incorrecto, es hablar de la destructividad materna. Del daño que puede venir de la madre. En una época donde se idealiza a la madre, donde se glorifica su figura, donde se espera que la maternidad solo encarne luz, amor, entrega y contención, escribir un libro que se atreve a decir: “Sí, existe el estrago materno”, es romper un silencio que muchos prefieren mantener. Pero el psicoanálisis no existe para agradar. Existe para decir lo que se calla, para mirar de frente lo que duele, para nombrar lo que amenaza con volverse síntoma, repetición y tragedia. El psicoanálisis es, ante todo, una ética del decir. Por eso, desde la primera página, este libro propone hablar de lo que casi nadie quiere hablar: la relación de la mujer con su maternidad, allí donde el lazo ha sido atravesado por la voracidad, por la posesión, por la falta de límites, por la ambivalencia afectiva, por la culpa, y por el deseo inconsciente de aniquilación. Cuando hablo de la madre estrago, hablo de una posición subjetiva ante la función materna. Es un concepto que aparece cuando Freud describe esos lazos femeninos que pueden arrasar, que pueden dejar al sujeto sin consistencia, sin bordes, sin un lugar donde sostenerse. El estrago es una forma de amor, pero una forma de amor que hace daño. Un amor que quema. Un amor que devora.
Recuerdo a una analizante que me decía: “Mi madre me destruyó”. Esta analizante no se refería a que la golpeó o la abandonó, sino a que la amó demasiado, de forma invasiva, sin permitirle existir fuera de su deseo. La madre estrago no necesita violencia física para devastar. Lo hace desde el exceso. Exceso de presencia, exceso de demanda, exceso de expectativa, exceso de sacrificio. Una madre puede asfixiar “amando demasiado”, porque ese amor no busca el bien del hijo, sino mantenerlo como objeto de su satisfacción, como objeto de su deseo, Lacan lo llama el lugar del objeto a, es decir el garante de su completud imaginaria.
El libro nació porque muchos analizantes me decían: “Siento que no puedo vivir mi propia vida porque sigo atrapada en la de mi madre”. El estrago habla justamente de esa trampa afectiva. Una trampa tejida con amor, culpa, identificación y deseo inconsciente. Una trampa que no siempre se nota, porque a veces, está hecha de ternura, de cuidados, de silencios y de mandatos invisibles.
Muchas veces vemos que cuando la madre estrago opera, no impide que el sujeto crezca, estudie, trabaje, tenga pareja… pero vive en deuda. Es decir, no tiene permiso de ser. No puede alejarse sin traicionar. No puede tener éxito sin despertar la envidia materna. No puede amar sin sentir culpa. No puede decidir sin escuchar (como si fuera una voz interna) el juicio de su madre. Hay analizantes que llegan al análisis diciendo que todo les sale mal, que nada les satisface, que no se sienten a la altura. Y en el fondo, lo que opera es el mandato de la madre: ese mensaje inconsciente que afirma “Sin mí no eres nada”. El estrago, entonces, desorganiza el deseo, confunde la identificación y coloca al sujeto en un lugar donde no puede separarse sin sentir que se muere. En ese sentido, el estrago se inscribe en la lógica de un deseo que no está regulado por una ley fálica, sino por una lógica del ilimitado, del “más”, de la ausencia de borde.
 

 

LaTE en Toluca. 14 diciembre 12h de México.

 LaTE en Toluca. Videoconferencia desde España (domingo 14 de diciembre, 12 h de México). La Madre estrago con la Dra. Cristina Jarque, y posteriormente la presentación presencial del libro EL FANTASMA con la participación de Jessica Baza, José María Bautista, Itandehui González, Jonathan de la Rosa, Carlos Mayén, José Antonio Orejel, Enrique Espinosa. Informes con Carlos Mayén e Itandehui Gonzalez.


 

Cristina Jarque en videoconferencia en Toluca sobre "La madre estrago".

 

LaTE. Videoconferencia en Toluca (domingo 14 de diciembre, 12 h de México). La Dra. Cristina Jarque, autora del libro "La madre estrago" publicado en España (y traducido al francés como "La mère ravage"), abordará uno de los conceptos más potentes y complejos del psicoanálisis: la figura de la “madre estrago”, esa presencia materna que, en lugar de sostener, deja marcas profundas en la subjetividad. Será una ocasión para escuchar de primera mano su lectura clínica y teórica sobre este tema fundamental, así como para conocer más sobre su obra. Esta videoconferencia está dirigida a quienes deseen profundizar en la dimensión psíquica de los vínculos maternos y en los efectos que estos pueden tener en la vida emocional, a partir de la clínica psicoanalítica.
Informes: Itandehui Gonzalez y Carlos Mayén.
 

 

Cristina Jarque ha sido autora y coautora de 40 libros de psicoanálisis publicados en España.


 

Cristina Jarque en Toledo con Vannina Micheli-Rechtman.

 

LaTE-EKEPA. Próximo evento en Toledo, el 30 de octubre de 2026.
Un encuentro con el pensamiento, la clínica y la estética del cuerpo en nuestra época. Nos complace anunciar la presentación del libro "Nuevas bellezas fatales" de Vannina Micheli-Rechtman, invitada de honor en este importante encuentro coordinado por Cristina Jarque. Esta obra aborda los trastornos de la conducta alimentaria como consecuencias de la imagen, desde una perspectiva psicoanalítica profunda y contemporánea. Un texto imprescindible para reflexionar sobre las formas actuales del malestar y el impacto de la mirada en la construcción del cuerpo y del deseo.
Intervienen: Cristina Jarque, Vannina Micheli-Rechtman, Emmanouil Konstantopoulos, Carlos Mayén, Jessica Baz, Adriana Varona, Agape Romiou, Jovana Vessala, Susana Alcalá, Yolanda Cogolludo y Estrella Romeralo.
Después del evento, cena en el restaurante Venta de Aires en Toledo.
LaTE-EKEPA. Prochain événement à Tolède, le 30 octobre 2026.
Une rencontre avec la pensée, la clinique et l’esthétique du corps à notre époque.
Nous avons le plaisir d’annoncer la présentation du livre Nouvelles beautés fatales de Vannina Micheli-Rechtman, invitée d’honneur de cette importante rencontre coordonnée par Cristina Jarque.
Cet ouvrage aborde les troubles du comportement alimentaire comme conséquences de l’image, dans une perspective psychanalytique profonde et contemporaine. Un texte essentiel pour réfléchir aux formes actuelles du malaise et à l’impact du regard dans la construction du corps et du désir.
Interviennent :
Cristina Jarque, Vannina Micheli-Rechtman, Emmanouil Konstantopoulos, Carlos Mayén, Jessica Baz, Adriana Varona, Agape Romiou, Jovana Vessala, Susana Alcalá, Yolanda Cogolludo et Estrella Romeralo.
Après l’événement, dîner au restaurant Venta de Aires, à Tolède.
 

 

Cristina Jarque en Espacio Analítico en París.


 

Espacio Analítico en París. El 20 de mayo de 2026 tendremos el placer de presentar dos libros (que se han publicado en España en 2025) en Espace Analytique de París: FRATRICIDE y EL FANTASMA.
Será un encuentro dedicado a la literatura, el psicoanálisis y la potencia de la palabra escrita, con la participación de Cristina Jarque, Vannina Micheli-Rechtman, Claire Gillie y Emmanouil Konstantopoulos.
FRATRICIDE, novela de Cristina Jarque, nos introduce en un universo donde el lazo entre hermanas se vuelve escenario de deseo, rivalidad y trauma. Con un estilo profundamente psicoanalítico, la autora explora el territorio oscuro de la envidia y la destrucción fraterna, revelando cómo los afectos más primarios pueden transformarse en un drama íntimo y devastador.
Por su parte, EL FANTASMA nos invita a una reflexión sobre aquello que persiste más allá de la palabra: las huellas inconscientes, los enigmas del deseo y las figuras espectrales que acompañan la vida psíquica. Es un volumen coral, con textos que dialogan desde distintas perspectivas clínicas y teóricas, y que permiten al lector adentrarse en el fenómeno del fantasma en su dimensión más humana. Será una tarde para pensar, conversar y celebrar estos dos libros que enlazan literatura y psicoanálisis con gran sensibilidad.
¡Cita en París para compartir esta experiencia!
Le 20 mai 2026, nous aurons le plaisir de présenter deux ouvrages à Espace Analytique à Paris : FRATRICIDE et LE FANTASME.
Ce sera une rencontre consacrée à la littérature, à la psychanalyse et à la puissance de la parole écrite, avec la participation de Cristina Jarque, Vannina Micheli-Rechtman, Claire Gillie et Emmanouil Konstantopoulos.
FRATRICIDE, roman de Cristina Jarque, nous plonge dans un univers où le lien entre sœurs devient le théâtre du désir, de la rivalité et du traumatisme. Avec un style profondément psychanalytique, l’auteure explore la zone obscure de l’envie et de la destruction fraternelle, révélant comment les affects les plus primaires peuvent se transformer en un drame intime et dévastateur.
Quant à LE FANTASME, il nous invite à réfléchir à ce qui persiste au-delà de la parole : les traces inconscientes, les énigmes du désir et les figures spectrales qui accompagnent la vie psychique. Il s’agit d’un volume choral, composé de textes qui dialoguent depuis différentes perspectives cliniques et théoriques, permettant au lecteur d’entrer dans le phénomène du fantasme dans sa dimension la plus humaine.
Ce sera une soirée pour penser, échanger et célébrer ces deux ouvrages qui relient littérature et psychanalyse avec une grande sensibilité.
Nous vous attendons à Paris pour partager cette expérience !

LaTE. Cartel en Toledo. Texto "Dos mentiras infantiles" Freud (1913). Interviene Susana Alcalá con Cristina Jarque como Más uno (+1).

 LaTE-CARTEL en Toledo. Miércoles 10 de diciembre 18h.
Interviene Susana Alcalá con Cristina Jarque en función de Más uno (+1).
DOS MENTIRAS INFANTILES 
Introducción por Cristina Jarque
“Dos mentiras infantiles” es un texto considerado “una pepita de oro” para entender cómo la mentira en los niños no es simple travesura, sino un fenómeno psíquico con peso en el desarrollo emocional. Freud escribió este texto en 1913. En él, Freud reflexiona sobre por qué algunos niños mienten, y distingue entre las mentiras que simplemente imitan a los adultos y otras con un significado psicológico profundo. Presenta dos relatos clínicos: el primero, una niña de siete años que oculta dinero de su padre para pintarse; y el segundo, una niña de diez años que dibuja un círculo perfecto usando un compás pero luego lo niega. Freud sostiene que estas mentiras no siempre son un acto inmoral o de maldad, sino que, en algunos casos, están motivadas por “sentimientos de amor hiperintensos” hacia el padre. Presenta un caso donde la niña miente y Freud piensa que lo hace para para proteger su idealización del padre: no quiere admitir que el padre no tiene dinero. En otro caso, la niña desea reflejar el talento de su padre dibujando algo perfecto, como si dijera “mira lo que él puede hacer”; negar la evidencia es para ella como negar un amor secreto. Freud reflexiona sobre la culpa que estas mentiras conllevan y piensa que para estas niñas, confesar la verdad implicaría reconocer una relación demasiado íntima con el padre, casi incestuosa, lo cual resulta insoportable para estas niñas. Por ello, Freud considera que en el análisis es importante escuchar las mentiras del sujeto ya que suelen resultar muy significativas. Algunas revelan predisposiciones hacia futuros “destinos” o neurosis. Freud comenta que quizá sería bueno que los educadores o psicoanalistas tengan la capacidad de escuchar estas mentiras, evitando castigarlas e intentando comprender el origen, es decir: reflexionar sobre ellas. Para Freud, la mentira infantil puede ser una vía para expresar deseos inconscientes, conflictos edípicos o ideales familiares no reconocidos.

 


 


Mensaje para Pedro Jarque desde el Crucero Celebrity Beyond

 

Mensaje para Pedro Jarque desde el Crucero Celebrity BEYOND.
Nos llena de alegría recibir mensajes como este, enviado por una pasajera del crucero Celebrity Beyond, quien descubrió a bordo las fotografías de Pedro Jarque. Durante su recorrido, quedó profundamente conmovida por la fuerza y la belleza de sus imágenes, destacando especialmente sus inconfundibles retratos de fondo negro. Nos contó que dedicó tiempo a recorrer las distintas cubiertas para admirar su obra, y que incluso visitó después el sitio web de Pedro, donde quedó aún más maravillada.
Agradecemos enormemente sus palabras, que nos recuerdan la capacidad del arte para tocar, sorprender y acompañar a quienes lo encuentran en lugares inesperados. Saber que las fotografías de Pedro hicieron su viaje aún más especial es, sin duda, el mejor reconocimiento que podemos recibir. ¡Gracias por compartir su emoción con nosotros!
 

 





Mujeres en el Edén (por Cristina Jarque).

 

Mujeres en el Edén
Cristina Jarque
La película Edén (2024), dirigida por Ron Howard se basa en la historia real del Dr. Ritter (interpretado por Jude Law), quien huyó con Dora a las islas Galápagos para aislarse del mundo y escribir la filosofía que, según él, salvaría a la humanidad. En 1932 llegó a la isla una familia que también escapaba (en su caso, de la pobreza) y posteriormente arribó una mujer que fingía ser una baronesa, interpretada por la talentosa Ana de Armas. Resulta profundamente interesante observar cómo, en situaciones adversas, el ser humano se confronta con sus pulsiones más primitivas. Personalmente considero fundamental destacar el lugar que ocupan las mujeres en este ecosistema aislado. Margaret se organiza en torno a la defensa de su familia; para Dora, en cambio, la traición de Friedrich es insoportable y actúa en consecuencia, como si la isla desnudara lo que en la civilización se mantiene reprimido. No obstante, es la baronesa quien más nos desconcierta. Ella encarna la figura clásica de la femme fatale, pero no es sólo una mujer seductora, sino una mujer que hace circular el deseo de los hombres para mantenerlos en posición de servidumbre psíquica. Con ella asistimos al despliegue del poder femenino entendido no como fuerza física, sino como dominio simbólico. Su belleza no es un atributo; es un arma. Su palabra no comunica; captura. Su presencia no acompaña; hechiza. La baronesa nos pone frente a un fenómeno clínico: ciertos hombres, frágiles en su constitución narcisista, buscan en la mujer una figura que los complete, que los confirme, que los salve de su propia insignificancia. Allí la femme fatale se convierte en una pantalla donde el hombre proyecta tanto su deseo como su destrucción. Ella no obliga: los hombres se entregan. Ella no amenaza: son ellos quienes, fascinados por el brillo del objeto de deseo, renuncian a su propia soberanía. En este punto la isla funciona como metáfora del inconsciente: espacio cerrado, sin salida, donde la seducción se vuelve ley y el fantasma se encarna. Para Freud la mujer que hechiza no actúa por misterio alguno, sino por la fuerza inconsciente que despierta las pulsiones reprimidas en el hombre. Lacan por su parte, nos dice que la femme que fascina es el semblante del deseo del Otro: no es ella quien captura al hombre, sino el agujero de su propia falta que él ve encarnado en ella.
La baronesa revela cómo el poder femenino puede operar no por fuerza, sino por fisura: se instala allí donde el hombre necesita ser mirado para existir. Y en ese juego de espejos, la fatalidad adviene cuando el sujeto confunde la ilusión con la realidad. De ese modo, la femme fatale no sólo manipula a los hombres: les muestra aquello que ellos mismos han reprimido. Y es precisamente eso lo que resulta tan perturbador.
 

 

Frankenstein: el Hamlet de un mexicano (por Cristina Jarque).

 

Frankenstein: el Hamlet de un mexicano
Cristina Jarque
El Frankenstein de Guillermo del Toro me ha hecho pensar que el abandono funda una carencia pero también una herencia. En Hamlet, el hijo hereda una venganza. El espectro que se le aparece habla de lo no dicho (el padre viene a exigir reparación) es el pecado que pide palabra. Hamlet no puede amar ni actuar porque su deseo está colonizado por la deuda paterna. Tanto Hamlet como Frankenstein quedan fijados en el mismo punto trágico: el hijo que no fue mirado, el ser que no fue amado. Guillermo del Toro ha comprendido que el verdadero horror no es la monstruosidad visible, sino la soledad heredada. En su lectura, el monstruo no encarna el mal, sino el vacío de una paternidad ausente. Victor Frankenstein repite sin saberlo la condena del padre de Hamlet: engendra sin sostener, crea sin asumir la responsabilidad de la creación. En el nivel psíquico, ese abandono funda el territorio de lo siniestro (das Unheimliche): aquello que debió permanecer oculto y sin embargo retorna (la figura del padre que no amó, que no miró, que no dijo). Freud nos recuerda que el deseo del hijo está ligado al deseo del padre. Frankenstein, al igual que Hamlet, depende de una mirada que nunca lo reconoció. En ambos casos, el hijo busca en el Otro lo que el padre no supo darle: legitimidad de existencia, inscripción simbólica. Desde la clínica psicoanalítica, este abandono se repite como destino. El sujeto que no ha sido mirado se construye como “monstruo”: reúne fragmentos, busca sentido en las sobras de lo que fue negado. Vive en la tensión entre el deseo de ser amado y el miedo a ser visto. Así, la transmisión intergeneracional del abandono opera como una cadena de silencios (padres ausentes, hijos que repiten la huida, nietos que heredan la culpa sin nombre). Del Toro, como Shakespeare, no habla de moral sino de estructura. El padre no sólo transmite la vida, transmite la falta, el vacío, el trauma. En esa herencia, el hijo queda condenado a cargar con la sombra del padre, a representar su culpa. Pero también allí se abre la posibilidad de la transformación: reconocer que el “monstruo” no nace del mal, sino del desamor; que la herencia paterna puede devenir palabra, análisis, liberación. En el consultorio, cuando un paciente dice “mi padre no estaba”, escuchamos algo más que una ausencia física: escuchamos el eco de generaciones que no pudieron nombrar su soledad. El trabajo analítico consiste en permitir que ese hijo (ese Hamlet, ese Frankenstein) hable, que ponga voz al espectro y diga su propio nombre. Sólo entonces el monstruo deja de serlo. Porque lo que cura no es la presencia del padre, sino la posibilidad de simbolizar su falta. Así, la criatura que no fue amada puede finalmente mirarse sin horror, sin culpa. Puede reconocerse como heredero de una historia que no eligió, pero que puede reescribir. En ese gesto, el hijo deja de repetir la condena y comienza a existir como sujeto: ya no el experimento del padre, sino su palabra emancipadora.
 

 

Presentación del Libro EL FANTASMA en Toluca, Edo. de México. Este libro se publicó en España bajo la coordinación de la Dra. Cristina Jarque, con 45 coautores.

 LaTE. Información: El viernes 21 de noviembre (10:30h) tendrá lugar la presentación del libro EL FANTASMA en Toluca, Estado de México. Agradecemos el valioso apoyo de Carlos Mayén y la participación de varios coautores mexicanos (Paola Franco, Norma Manzano, Daniel Arzimendi, Raquel Núñez, Esau Arzate y Carlos López). Este libro se publicó en España bajo la coordinación de la Dra. Cristina Jarque y reúne a 45 autores de diversos países, todos comprometidos con una lectura psicoanalítica rigurosa y creativa. EL FANTASMA ya se ha presentado en Toledo, en la Feria del Libro de Albertville (Francia) y en Grecia, y en 2026 se presentará en París, en Espacio Analítico. En este encuentro presencial, en Toluca, se pone de relieve el concepto lacaniano del fantasma, entendido como la estructura que sostiene el deseo del sujeto. No se trata de una ilusión, sino de la escena donde el sujeto se ubica frente a lo que le falta, frente a ese punto imposible de simbolizar. El fantasma no encubre la realidad, sino que la hace soportable, ofreciendo una vía para pensar la relación entre el deseo, el goce y la pérdida. Este libro invita a explorar cómo cada sujeto se sostiene en su propio fantasma, revelando la íntima tensión entre lo visible y lo indecible del inconsciente.

 


 

LaTE. Cartel en Toledo. La sexualidad en la etiología de las neurosis con Dra. Cristina Jarque en función de Más uno (+1).

 LaTE. CARTEL “Leer a Freud”. El próximo miércoles 19 de noviembre a las 18:00h, dentro del ciclo Leer a Freud, tendrá lugar una nueva sesión del Cartel con Cristina Jarque en su función de Más uno (+1). En esta ocasión, Yolanda Cogolludo intervendrá con el tema “La sexualidad en la etiología de las neurosis” (1898).
Introducción.
Cristina Jarque
Vamos a retomar uno de los textos fundamentales del pensamiento freudiano. En este escrito de 1898, Freud introduce la sexualidad como núcleo causal de las neurosis, desplazando la mirada médica hacia una concepción psíquica del síntoma. Su reflexión abre el campo del psicoanálisis a una nueva lectura de la sexualidad femenina: ya no como déficit ni misterio biológico, sino como territorio del deseo inconsciente, donde el cuerpo de la mujer se convierte en escenario de conflicto, represión y goce. Desde allí se vislumbra la posterior elaboración de la teoría de la histeria, en la que el síntoma femenino da testimonio de una verdad que el discurso social rehúsa escuchar (diría yo que esto sigue pasando en pleno siglo XXI). Nuestro Cartel en Toledo es un espacio de trabajo riguroso y apasionante, donde el psicoanálisis se piensa, se lee y se transmite desde la experiencia del deseo y la palabra. Hasta ahora, siempre habíamos estudiado a Lacan, así que retomar a Freud está siendo revelador.

 


 




La hija que dijo la verdad por Cristina Jarque. Presentación de la novela Fratricidio (Fratricide) en Albertville, Francia.

 

La hija que dijo la verdad.
Cristina Jarque
Decir la verdad es siempre un acto de riesgo. En el ámbito familiar, donde la mentira suele confundirse con el amor y el silencio con la lealtad, decir la verdad puede equivaler a romper el pacto que sostiene la ilusión de unidad. Freud ya lo intuía cuando escribió que el síntoma es la verdad que el sujeto no sabe que sabe. En esta historia, la hija de en medio fue la que descubrió el secreto familiar: un hijo ilegítimo, nacido antes del matrimonio, oculto por el padre durante toda su vida. La hija de en medio fue el síntoma viviente del clan: encarnó la palabra que todos necesitaban reprimir. Ella no buscaba venganza, buscaba sentido. Descubrir que el padre había tenido un hijo antes del matrimonio no fue, para ella, motivo de condena moral, sino de asombro ante la magnitud del engaño. ¿Cómo amar a un padre que construyó su familia sobre una omisión? ¿Cómo callar cuando el silencio se vuelve insoportable? Su decir no fue un ataque: fue un acto de verdad. Pero las familias (como los cuerpos) expulsan lo que amenaza su equilibrio. El padre, herido en su narcisismo, reaccionó como un rey destronado. La madre, prisionera de su propio miedo y su amor por el dinero, eligió la fidelidad al marido antes que a la verdad. Los hermanos, confundidos, reprodujeron el gesto de exclusión. Así, la hija quedó fuera del cuadro familiar: sola, despojada, acusada de traición por haber hablado. Sin embargo, su exclusión no fue una derrota, sino una liberación. Lo que para los otros fue escándalo, para ella fue nacimiento. El acto de decir la verdad produjo una grieta, pero también un vacío fértil. En ese vacío, la hija comenzó a existir como sujeto propio, no como extensión del deseo de los padres. Freud diría que pudo recordar, repetir y elaborar; pudo transformar el trauma en relato, el dolor en conocimiento. Mientras los demás se mantenían cautivos de la mentira, ella transitaba un proceso de individuación que la llevó a una paz inédita. La pérdida de la familia fue, paradójicamente, la condición para recuperar su salud mental y corporal. Allí donde el secreto envenenaba, la palabra liberó. Lacan nos enseña que el acto analítico consiste en permitir que el sujeto se separe del goce del Otro, es decir, de esa trampa donde el deseo propio queda sometido a la voluntad del clan. Eso fue lo que hizo esta hija: se separó del goce paterno que sostenía el silencio. Eligió la verdad antes que la pertenencia, la palabra antes que el síntoma. Mientras su hermana menor enfermaba (presa de la culpa y del silencio), ella lograba elaborar la historia, dar lugar a la falta, aceptar la incomodidad de no pertenecer. En esa soledad habitada, descubrió la serenidad que solo llega cuando el cuerpo deja de hablar porque el alma ha sido escuchada. La hija que dijo la verdad no heredó dinero ni reconocimiento. Heredó algo más valioso: la posibilidad de no repetir. En ella se interrumpió la cadena del crimen y del castigo. Su salud fue la forma simbólica de una reparación: el testimonio de que, cuando el inconsciente se inscribe en la palabra, el cuerpo deja de cargar con la culpa. La verdad no la destruyó; la transformó. Y quizás eso sea lo más cercano a una forma de salvación en el campo del psicoanálisis: no curar el dolor, sino darle un sentido que permita vivirlo sin que devenga destino.
 

 
 
 

Fratricidio en Femenino por Cristina Jarque. A partir de la película La caída de Frieda Keller (2024).

 

Fratricidio en femenino
Cristina Jarque
La película Frieda Keller (2024), que está en Filmin y fue dirigida por Jonas Alexander Arnby, se inscribe en una genealogía del cine que interroga la mente femenina cuando el amor y la traición se confunden bajo el mismo techo.
Lecturas recomendadas: Fratricidio y La madre estrago de Cristina Jarque. En esta película estamos ante la historia real de Frieda Keller, una joven que carga con la desgracia de una hermana perversa: esa figura fratricida que, bajo la apariencia de protegerla, la entrega al sacrificio. El crimen mayor no es la violación, sino la decisión fría y calculada de una mujer que, para salvarse, entrega a su hermana al lobo. Lo siniestro está en el acto brutal del hombre, pero también en el deseo reprimido de la hermana: su goce radica en ver a Frieda humillada, violada, destruida. La hermana encarna una forma de mal femenino que Freud apenas rozó, pero que aquí se revela en toda su potencia: el goce del Otro femenino que no busca placer sino devastación. Esa mujer que se dice “salvada” se erige sobre la ruina de la otra. Freud lo anticipó en su texto de 1925 titulado "Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica de los sexos", donde escribió: "Entre las mujeres, la rivalidad surge de un terreno afectivo donde el amor, la envidia y el odio se confunden; ninguna soporta en la otra aquello que ella misma ha perdido." La hermana de Frieda no soporta en ella la pureza que sacrificó, ni la maternidad que le recuerda su culpa. Su odio es el espejo de su envidia. Cuando Frieda queda embarazada, el fratricidio simbólico se consuma. La hermana, incapaz de tolerar la existencia de un hijo que la recuerda a su propia culpa, le prohíbe traerlo a casa, aun cuando le cobra un dineral por vivir con ella, dinero que Frieda paga con su trabajo de costura. La maternidad se vuelve entonces una escena de horror: Frieda ahorca a su hijo en un bosque, gesto desesperado de una madre estrago que, al matar al fruto de su violación, asesina también el deseo de la hermana que la había condenado. La muerte del niño es el punto de retorno de toda la cadena de traiciones: un acto de locura, sí, pero también un acto de verdad. Frieda es condenada a la pena capital pero con un buen abogado y el apoyo del pueblo, logra ser indultada. Frieda encarna el despertar político del castigo al hombre adúltero, pero el filme no deja de recordarnos que el mal no fue sólo masculino. Frieda Keller es el retrato de una mujer que paga por la culpa de otra; una víctima sacrificada en el altar del egoísmo fraternal. Su tragedia es un espejo oscuro donde el amor entre hermanas se revela como la forma más refinada de la destrucción.
 

 

Presentación del libro "Nuevas bellezas fatales" de Dra. Vannina Micheli-Rechtman. Evento coordinado por Dra. Cristina Jarque el 30 de octubre de 2026 en Toledo.

 

LaTE-EKEPA. Próximo evento en Toledo, el 30 de octubre de 2026.
Un encuentro con el pensamiento, la clínica y la estética del cuerpo en nuestra época. Nos complace anunciar la presentación del libro "Nuevas bellezas fatales" de Vannina Micheli-Rechtman, invitada de honor en este importante encuentro coordinado por Cristina Jarque. Esta obra aborda los trastornos de la conducta alimentaria como consecuencias de la imagen, desde una perspectiva psicoanalítica profunda y contemporánea. Un texto imprescindible para reflexionar sobre las formas actuales del malestar y el impacto de la mirada en la construcción del cuerpo y del deseo.
Intervienen: Cristina Jarque, Vannina Micheli-Rechtman, Emmanouil Konstantopoulos, Carlos Mayén, Jessica Baz, Adriana Varona, Agape Romiou, Jovana Vessala, Susana Alcalá, Yolanda Cogolludo y Estrella Romeralo.
Después del evento, cena en el restaurante Venta de Aires en Toledo.
LaTE-EKEPA. Prochain événement à Tolède, le 30 octobre 2026.
Une rencontre avec la pensée, la clinique et l’esthétique du corps à notre époque.
Nous avons le plaisir d’annoncer la présentation du livre Nouvelles beautés fatales de Vannina Micheli-Rechtman, invitée d’honneur de cette importante rencontre coordonnée par Cristina Jarque.
Cet ouvrage aborde les troubles du comportement alimentaire comme conséquences de l’image, dans une perspective psychanalytique profonde et contemporaine. Un texte essentiel pour réfléchir aux formes actuelles du malaise et à l’impact du regard dans la construction du corps et du désir.
Interviennent :
Cristina Jarque, Vannina Micheli-Rechtman, Emmanouil Konstantopoulos, Carlos Mayén, Jessica Baz, Adriana Varona, Agape Romiou, Jovana Vessala, Susana Alcalá, Yolanda Cogolludo et Estrella Romeralo.
Après l’événement, dîner au restaurant Venta de Aires, à Tolède.
 

 

La Catrina y el enigma de la muerte por Cristina Jarque

 La Catrina y el enigma de la muerte

Cristina Jarque

La Catrina es una figura que dialoga con la muerte sin miedo, que la embellece y la humaniza. En su rostro pintado se mezclan la ironía, la melancolía y la dignidad. Celebra la vida en el mismo gesto con que abraza la muerte, recordando que morir no es desaparecer, sino transformarse. Su imagen ha cruzado fronteras y hoy se reconoce en todo el mundo como emblema del México profundo. La Catrina es el equilibrio entre Eros y Tánatos. En su mirada vacía hay una sabiduría antigua (la aceptación de la mortalidad) y, a la vez, una rebelión contra el olvido. Vestirse de Catrina no es disfrazarse de muerte, sino reconciliarse con ella. Es afirmar que la belleza puede brotar incluso del esqueleto, que la vida y la muerte son hermanas inseparables. En su texto Nuestra actitud hacia la muerte (1915), Freud escribió: “Si quieres soportar la vida, prepárate para la muerte.” Quizá por eso la Catrina conmueve tanto en cualquier lugar del mundo: porque detrás de su sonrisa de calavera late el misterio más humano de todos: el deseo de comprender el enigma de la muerte.