José Eduardo Tappan
Freud llama perversidad polimorfa a la posibilidad de ser en el
mundo fuera de las leyes de la naturaleza (necesidad, instinto y arco reflejo).
Lo que caracteriza lo estrictamente
humano es lo que ya no es puro y silvestre, posición que va más allá del bien y del mal ya que la perversidad polimorfa es entendida
en un sentido extra moral. Se trata de una organización de la subjetividad en el demiurgo de la existencia, inscrita por
una lógica simbólica estructurada a partir de la diferencia que comanda al Sujeto
en su vida, y en su deriva constituye lo que llamamos el fantasma-fantasía, se trata de un mecanismo directamente relacionado con la creación de la realidad psíquica
y del narcisismo. Tiempo, espacio, mundo y persona operan a partir de esas
relaciones particulares con el lenguaje, formando el universo envolvente en el
que se despliega el Sujeto, todo efecto de la perversión a las leyes de la naturaleza. Lacan propone que la neurosis, la psicosis y la perversión, deben ser entendidas como estructuras psíquicas relativas a la manera diferencial en que se encuentran
sujetado el Sujeto al lenguaje, abandonando el plano empírico en que encontraba el psicoanálisis en sus días. Existen de esta
manera, tres maneras posibles de determinación inconsciente, que son consecuencia de la manera en que ese
Significante primordial opera en la cadena significante. Las reglas del
sujetamiento y sujeción del Sujeto al
lenguaje varían, caso por caso,
pero no de manera arbitraria, existen reglas, operaciones que son comunes a
unos y no lo son a otros, con lo que podemos establecer parámetros para distinguir tres clases de estructuras. En la estructura psíquica
perversa el Sujeto, se encuentra determinado por una operación en que el Significante primordial, es decir, el de la diferencia,
no limita, el sujeto queda sujetado al lenguaje, pero no impedido, delimitando
el mismo espacio y la circulación
del deseo y del goce, lo que le permite explorar el amplio espectro que se
encuentra entre ambos, ese posicionamiento subjetivo es correlativo a la manera
en que se encuentra estructurada su subjetividad, sin las limitaciones que
operan en el neurótico como
consecuencia de las reglas lógicas derivadas de
la castración y de sus efectos
que son la culpa y la angustia. La castración entendida como el interdicto sobre la prohibición al incesto, la prohibición a lo mismo para que opere lo Otro. Por lo que existe un conjunto
finito de posibilidades lógicas para cada
estructura. Ahora bien, y este es el tema central de la presente ponencia: el
Sujeto no se encuentra al margen de sus contextos o circunstancias, alterna y
se despliega en ellos, el Sujeto producido por el lenguaje anida en el habla y
en los productos de la cultura, el Sujeto es esencialmente poroso, sus
alternativas lógicas interactúan con aquellas que ofrece su ethos, o bien si la sociedad
carece de éstas innova, pueden
ser socialmente conservador o revolucionario, someterse o luchar, su condición estructural acota sus posibilidades lógicas para el juego de su ser en el mundo, se despliega por sus
condiciones y sus límites, entre lo
permitido y lo prohibido, con sus inhibiciones y sus síntomas. La lógica de cada
estructura esencialmente se repite entre los sujetos determinados por la misma,
aunque sus opciones se encuentren acotadas y en el caso de la perversión no limitada por los contextos.
Se visibiliza la operación de la estructura perversa si el Sujeto logra jugar con ella,
colocándose
imaginariamente en tres posiciones posibles en la ecuación: la del Sujeto, la del objeto y la del Otro. Por eso, puede
operar sobre un saber soportado en que la prohibición lo concierne pero no lo limita, como sucedería con la neurosis, no le impide, ya que no lo detiene la angustia
o la culpa, tiene manera de liberarse de esos efectos indeseables para él, haciendo que sea el otro quien se angustie o se culpabilice,
abre de esta manera las puertas a la administración del goce, en una dimensión en que puede regularlo, para obtener dividendos. Un factor
importante en el psiquismo es el lugar del Otro, pero aparece a partir de la
constitución del Superyó,
es una consecuencia, un efecto entrópico
de la puesta en marcha de las operaciones que crean la identidad, se trata de
una marca de la singularidad en ese mundo que se catectiza, yo soy otro. El papel
de Superyó como del Otro serán
completamente diferentes en la neurosis que en la perversión, en la perversión
los imperativos de goce esclavizan al Sujeto perverso, es una trampa paradójica
como la del adicto, la mosca que se ahoga en el refresco, todo al servicio del
goce.
La neurosis se establece por la vinculación directa entre el interdicto a lo mismo, ley universal de
prohibición al incesto
operado por el Significante-nombre-del-padre, el de la diferencia en su forma más pura: aparece entonces como la matriz de todo Significante: si ≄ no, permitido ≄ prohibido; bueno ≄ malo. La perversión, se trata de una versión del interdicto que no opera prohibiendo lo mismo, por lo que el
Significante-nombre-del-padre en este caso articula tanto a la diferencia como
la semejanza, es una père/versión del Significante primordial: si ≄≅ no, permitido ≄≅ prohibido , bueno
≄≅ malo. En ese juego dialéctico los opuestos no son antagónicos, no se excluyen el uno al otro, se incluyen en una tensa
relación que produce goce,
sin los límites que la
angustia o la culpa tienen en la neurosis para advertirlo. La apuesta del
psicoanálisis es la de
establecer las fórmulas de las ecuaciones sincrónicas, que constituyen las gramáticas y lógicas que rigen las
operaciones que dan cuenta de las distintas estructuras psíquicas.
La perversidad polimorfa no es una etapa en el desarrollo
psicosexual, es la organización sincrónica de la sexualidad que se mantiene y condensa en la fórmula de la fantasía-fantasma,
es uno de los mecanismos de la subjetividad en el que se trata de desplegar esa
lógica sintetizada que determina cualquier
tipo o clase de relación. Por lo que podríamos pensar la fórmula fantasía-fantasma en la neurosis $◇ɑ, en la que el Sujeto es ignorante de esa lógica que lo gobierna y que subyace en la relación con los objetos del mundo, mientras que en la perversión sería algo del orden $≷ɑ; es decir las operaciones que
constituyen al fantasma-fantasía,
las operaciones estarían visibilizadas lo que mostraría más
certezas que sorpresas y dudas sobre el objeto de deseo, no serían enigmáticas las
operaciones y los mecanismos que articulan la relación con los objetos, la causa de su goce es ir más allá, jugar con las
reglas que administran el goce mismo.
La lógica perversa conlleva
relaciones de Dominio y Rango, conoce lo que caracteriza su universo de
posibilidades, su dominio y busca la subordinación del otro, desestima las reglas que no provienen de él, busca imponer sus propias reglas, su lógica niega la falta y desmiente la diferencia, opera desde la
semejanza y no de lo distinto. A partir del poder y la anticipación buscan destruir la incertidumbre, son condiciones de la relación/manipulación que establece el
perverso con su objeto/fetiche/partenaire.
La porosidad del Sujeto neurótico le facilita coludirse con los distintos contextos sociales,
en México la corrupción, la ilegalidad, la impunidad forman parte de la idiosincrasia,
"lo se pero aún así" se trata de un discurso que hace lazo social, irrumpe y
crea un forma de vida, "una variación (como se dice en música)
del discurso del amo". Un lazo que nos recuerda la horda primitiva de Tótem y tabú, la lealtad es
a la persona, no hay ley, la obediencia es al capricho a la orden de Urpater,
el tirano, el jefe del cartel de drogas, el jefe de los secuestradores o
sicarios etc. Sus empleados deben acatar su palabra. La lealtad, la obediencia,
se funden con el miedo y la ambición.
Los pares se pelean entre ellos para ser distinguidos y elevados en el sistema
de jerarquías que el autoritarismo
establece, sistema que es legitimado por un clima de impunidad general en el país. Son estas circunstancias las que pueden hacer que un Sujeto
neurótico pueda colocarse en una posición perversa al asumir el pacto.
Debemos recordar que la perversidad es intrínseca a la operación
social, Freud la llamó "el
malestar en la cultura" asume diversas formas, se aprende a no mirar
directamente el contraste doloroso entre los sectores de la población, el otro es cosificado, de esta manera es integrado al paisaje
como un objeto más, su hambre, su frío, su sufrimiento es ocultado de nuestra propia mirada. "Lo
se pero aún así" sabemos que existe pero hacemos como si lo ignoráramos, intentamos eclipsar la miseria y la injusticia con
cualquier cosa. Se busca no ver el mundo en el que muchas personas no tienen
que comer y que tampoco tienen oportunidades de trabajo, el caso mexicano
ofrece dos opciones: una migrar a Estados Unidos, y la otra, los que deciden
quedarse en México su oportunidad
es el crimen organizado, asaltar, raptar, traficar o asesinar. Para esos
mexicanos la única certidumbre es
la incertidumbre y su desgracia, hay además mucho resentimiento contra los sectores sociales beneficiados
por su complicidad con el sistema, que no quiere mirarlos y que se beneficia de
la corrupción del gobierno, ese
resentimiento, de alguna manera les hace sentir que legitima sus acciones.
Pregunta el poeta: "¿se puede vivir al
margen del río sonoro de la
vida?" La respuesta es simple: se ha creado un colorido universo de formas
de estar sin ser, es decir, de sobrevivir. Cuando se ha pasado mucha hambre un
trozo de pan puede ser un festín,
cuando se ha vivido en la intemperie encontrar un lugar seco bajo un puente
puede ser grandioso. Las opciones de vida que les ofrece el crimen organizado,
son muy superiores a las que tendrían
siguiendo las opciones que sus tradiciones culturales. ¿Matar, raptar, robar debe provocarles culpa? ¿Cuál es el peso que
tiene para una persona la vida de otra persona, si no tiene garantizada la
propia? Se trata de ponderaciones que depende de los sistemas de
clasificaciones y jerarquía, de derechos y
obligación, que a su vez lo
sitúa en el mundo.
Como decíamos, el malestar
en la cultura es perverso, pero existen formas culturales donde esa condición de origen es exacerbada como en México, el capitalismo norteamericano etc. Un botón de muestra es presentado de manera extraordinaria en la película de Lee Daniels: Preciosa. Presenta los distintos
planos de"lo se pero aún así" como una forma legítima de ser en el mundo.
Decíamos que el Sujeto
no es refractario a sus contextos o circunstancias, se encuentra sumergido en
su entorno, por lo que se abren opciones para sobrevivir al margen del río sonoro de la vida.
Todas estas son formas de vida en que se deniega la ley, la ley o
la culpa no los limita, en esta sociedad la culpa no encuentra a su Raskólnikov para torturarlo, estos grupos pueden mantener los lazos
afectivos únicamente con
algunos miembros de la familia nuclear, el resto de las personas son
prescindibles. "¿De que lloren en mi
casa o que lloren en la tuya...?".
¿Se puede vivir en esos contextos sociales y culturales sin ser
tocados? ¿se puede ser indiferente a estilos de
vida que le ofrecen salir de su miserable existencia en la que sobreviven
enfermos, desnutridos y con hambre? O bien pueden trabajar como en Estados
Unidos, con un individualismo exacerbado, para quienes el fin justifica los
medios, quitaran de su camino a quien se interponga y lo hace sin
remordimiento, piensan: ¨es por trabajo no
por una cuestión personal ¨.
Las sociedades requieren de la transgresión al orden para funcionar, pero en el caso mexicano eso es seguido
al extremo, porque ese orden es en realidad algo lejano, abstracto, fuera de su
alcance, lo ven como una moral ajena e idealizada. Pocas personas escapan del
crimen organizado. Adaptarse o morir, como si así fuera el mundo y no pudiera ser de otra manera. Vivimos bajo ese
lazo perverso "lo sé
pero aún
así".
Formas de vida con parámetros
muy claros, la vida de los otros no es importante, cada quien tiene que
protegerse a sí mismo y a su
familia, la ley por lo tanto es la del más fuerte o violento. Esta porosidad del Sujeto crea una especie de
exoesqueleto, como si se tratara de una exoestructura que permite al Sujeto
neurótico interactuar con reglas perversas,
sin embargo a diferencia de la estructura propiamente perversa, busca caminos
para que la culpa y la angustia no lo devoren. La condición porosa permite al Sujeto adaptarse, encuentra acomodo en una
clave perversa, con una exoestructura de alguna manera es una operación fallida, por ello no sin consecuencias. "Me decían cuando era niña en Taxco en
semana santa, algunos de los penitentes que se amarraban espinas que se les
clavaban en la espalda eran de asesinos, lo hacían para obtener el perdón
de Dios y seguir matando".1 Al no poderse tramitar la vía de la responsabilidad subjetiva, queda únicamente la expiación
dolorosa, el sufrimiento personal para interponer a la culpa, que en el neurótico
intenta por capilaridad del dolor físico tramitar el dolor psíquico.
1Plática Cheki Saldívar, Tepoztlan 24 de enero 2015.
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